Aumentan las diferencias entre ricos y pobres.
Mientras los pobres duplican sus ingresos (¿?) cada veinte años, los ricos los cuadruplican en ese mismo tiempo. La brecha entre el estándar de vida de ricos y pobres se amplía de forma asimétrica, mientras que los pobres gastan casi la totalidad de sus paupérrimos ingresos en alimentos, los ricos dilapidan sus ingentes ingresos movidos por el afán consumista que impregna a las sociedades occidentales.
Siguiendo el paradigma neoliberal que se traduce en términos económicos, se excluye a los que no pueden generar riqueza, los pobres no entran dentro de los esquemas económicos del neoliberalismo. No olvidemos que unos 800 millones de habitantes controlan y hegemonizan el poder económico, técnico, militar e informativo en detrimento de 4000 millones de habitantes de América Latina, África, Asia y Europa Oriental.
Otros datos significativos:
Un tercio de la población mundial 2000 millones de personas- gana lo mismo que 25 millones de norteamericanos.
Doce millones de personas mueren anualmente a causa de enfermedades infecciosas por no poder costearse los medicamentos.
En la década de los setenta, el 20% más rico recibía 30 veces más que el 20% más pobre, y en 1990, esa diferencia era más de 60 veces.
El Norte, con menos de una cuarta parte de la población mundial, consume el 70% de la energía mundial, el 75% de los metales, el 85% de la madera y el 60% de los alimentos.
Mientras 1.100 millones de personas están viviendo con menos de un dólar diario.
Los medios de información están en manos de media docena de compañías.
El 20% más pobre del mundo recibe sólo el 0,2% de los préstamos otorgados por las bancas comerciales, mientras que el 20% más rico obtiene el 94,6%.
Otro índice que nos revela las diferencias abismales existentes entre ricos y pobres, es la emigración.
Después de haberles expoliados en sus países de origen África, América Latina, Asia- cerca de 2 millones de personas jugándose la vida- quieren emigrar a España, ahora los explotaremos aquí, con trabajos y salarios míseros.
Las sociedades occidentales, son cada día más elitista y excluyentes, condenando al hambre, a las enfermedades y la muerte a la mayoría de la población del planeta.
Artículo de opinión Prensa Alternativa (Icod de los Vinos)
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