EE.UU. hace aguas. El país más poderoso del mundo... está mostrando sus vergüenzas al mundo entero.
Por Álvaro Morera*. Los medios de comunicación nos vienen mostrando, ante nuestros asombrados e incrédulos ojos, escalofriantes escenas, no sólo -que también-, de los efectos devastadores de la indómita naturaleza, protagonizados por el huracán Katrina, que se abatió inmisericorde sobre las populosas urbes de Nueva Orleans y Missisipí, sino, sobre todo, por la manifiesta incapacidad de la Administración y del propio presidente Bush para afrontar las adversidades.
Sobrecoge ver y oír al Presidente Bush, cual ángel vengador, proferir duras amenazas, de "tolerancia cero", sobre la desesperada e indefensa población que trata de abastecerse de alimentos, agua potable y medicinas asaltando toda clase de establecimientos. La falta de socorro y de ayuda inmediata, lo justifica el mandatario Bush «por falta de presupuesto para este tipo de emergencias». Para solucionar la carencia presupuestaria, Bush convoca en una rueda de prensa a los dos presidentes anteriores, Bill Clinton y a su propio padre, para una campaña destinada a recaudar fondos, cual conseguidores, tal como lo hicieran recientemente tras el Tsunami que azotó el Sureste Asiático.
Pero es que las amenazas proferidas por el presidente Bush a la población desasistida y desesperada, no se queda en meras palabras; por las anegadas calles y ante una multitud atónita, en una versión insólita de América, patrullan tanques o carros blindados, tripulados por blancos y rubios soldados de la Guardia Nacional, ostensiblemente armados de ametralladoras que apuntan amenazadores a sus compatriotas, 'con órdenes de disparar sin contemplaciones', -eso sí, población mayormente conformada por mulatos, negros o mestizos-.
¿Será esa la democracia, el orden y la libertad que predica la Administración Bush para el mundo entero?
Nos asalta, sin poder evitarlo, la comparación, en semejantes circunstancias, con otro pueblo vecino, hermanado por la historia y bañado por el mismo mar Caribe paridor de huracanes, cual es la denostada isla de Cuba. Qué diferencia entre una población y entre la respuesta de un régimen y otro. Ante la amenaza del huracán Ivan, que igualmente, en este mismo mes de septiembre del pasado año 2004, nació en el Caribe, rozó Venezuela, Granada, Jamaica y cuanto pedazo de tierra halló en su camino, el Gobierno cubano y personalmente su presidente, Fidel Castro, tomaron las medidas de precaución necesarias, y desde el primer momento instruyeron a la población de cómo reforzar sus viviendas, abastecerse de alimentos, y cómo soportar la previsible falta de fluido eléctrico, gas y agua potable, así como de la evacuación preventiva de las zonas amenazadas. Durante y después de pasado el huracán el Gobierno cubano se volcó socorriendo y asistiendo a los damnificados, así como en la reparación y reconstrucción de los cuantiosos daños ocasionados. Y el pueblo cubano respondió disciplinada y solidariamente; antes, durante y después de la tormenta. ¡Todo un ejemplo!
* Coordinador de el periódico digital El Guanche.
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