En Canarias huele a podrido, a degradación, a chantaje y sobre todo a un desprecio cada día mayor al cumplimiento de las leyes.
Prensa Alternativa / Redacción.- Con el actual sistema político que potencia un retorcido y perverso sistema clientelar se ve cada vez más como algunos personajes alcanzan la "representatividad" política mediante elecciones, aunque en el intervalo de cuatro años entre elección y elección se deslegitimen al no cumplir con sus promesas, amén de "olvidar" lo recogido en los mastodónticos programas electorales, que dicho sea de paso, sólo son un falso discurso de "intenciones", en definitiva auténtico papel mojado.
Estos mercaderes de la voluntad popular, afianzados en la poltrona y despojados de cualquier atisbo de liderazgo, van alejándose cada vez más de los ciudadanos, de las organizaciones sociales, de los referentes comunitarios, toda vez que desoyen el sentir popular y ejercen el cargo con autoritarismo. Representatividad que en el caso que nos ocupa además está desvirtuado por un cuarto de siglo de poder absoluto.
El municipio de Icod de los Vinos -24000 habitantes y cabeza de comarca- es un islote de indiferencia social dentro del concierto de la totalidad de los municipios de la isla de Tenerife. Hecho este que viene determinado por las políticas demagógicas, personalistas, populistas, clientelares del Partido Socialista en Icod que ha potenciado políticas donde ha predominado la indiferencia y el gobernar a impulsos, a espaldas de los ciudadanos.
Todo esto es posible debido a la "relajación" de los límites éticos y el desmantelamiento de las fronteras morales, la ética ha perdido popularidad dando lugar a la deshonestidad en todos los sectores de la sociedad, y la política es uno de los sectores más afectados. La corrupción se promueve desde los grupos de poder, los partidos, las instituciones públicas y privadas.
La "moral" del Partido Socialista en Icod es simplemente otra moral, la moral gestada por más de dos décadas de [des]gobierno "absolutista" y perfeccionada por las ideologías llamadas neoliberales asumidas por el partido a nivel nacional.
Mientras tanto en Coalición Canaria -la oposición- que llevaba una vida política y organizativa "aparentemente armoniosa", han abierto la caja de Pandora dejando que afloren las luchas intestinas por el poder dentro de la organización y han comenzado a fagocitarse los unos a los otros. Y por lo que parece el desenlace será políticamente traumático.
Respecto a la corrupción en Canarias queda muy claro, sólo hay que leer la prensa, oír a los representantes políticos, empresarios... en radio y televisión, en Canarias huele a podrido, a degradación, a chantaje y sobre todo a un desprecio cada día mayor al cumplimiento de las leyes.
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