69 aniversario de la muerte de Buenaventura Durruti en el frente de Madrid, durante la Guerra Civil española.
Sindicatos / CNT - Sevilla.- El 20 de noviembre de 1936 muere Buenaventura Durruti en el frente de Madrid, en plena Guerra Civil española (1936-1939). El día 22 es trasladado a Barcelona, y es enterrado el 23 de noviembre. Su cortejo por las calles se convierte en una inmensa manifestación de duelo y de rabia. Según la prensa del día, se congregan más de medio millón de personas alrededor de su ataúd, cubierto con la bandera confederal.
- Aun cuando ustedes ganaran, iban a heredar montones de ruina.
Durruti pareció salir de una profunda reflexión, y contestó suavemente al periodista pero con firmeza:
- "Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades...¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, dijo, murmurando asperamente. Y luego agregó: Ese mundo está creciendo en este instante"..
Conociendo a Durruti. [Por Sofía Comuniello] Nació el 14 de julio de 1896 en León, capital de la provincia española del mismo nombre. Se inicia de adolescente en la misma senda de su padre, obrero afiliado al sindicato socialista UGT. Como miembro de su sección ferroviaria, participa con ardor en la huelga general revolucionaria de agosto de 1917, impulsada en conjunto con la Confederación Nacional del Trabajo (CNT); eso le costo la expulsión de la UGT por radical, la persecución policial y la huida a Francia, donde se relaciona con exiliados anarquistas, afiliándose a la CNT de Asturias al retornar a España en enero de 1919.
Se une a la pelea frontal contra la agresiva patronal de las minas asturianas y cae preso por primera vez en marzo de 1919; se fuga y en diciembre está en San Sebastián, ciudad industrial del país vasco, trabajando como metalúrgico. La burguesía impulsaba entonces una ola de asesinatos de sindicalistas y Durruti se integra a un grupo de autodefensa - Los Justicieros - que en represalia planea un golpe sensacional: atentar contra el rey Alfonso XIII que visitaría la ciudad en agosto de 1920, pero son descubiertos y deben escapar. Durruti prosigue en la labor ilegal más arriesgada por toda la península; así conoce a Francisco Ascaso, quien sería fraterno amigo y camarada. En agosto de 1922 van a Barcelona y con gente afín fundan el grupo Crisol, que luego tomará un nombre que se hará célebre en la historia libertaria: Los Solidarios. El grupo reunió a lo más valioso del proletariado catalán golpeando a la reacción donde más le dolía, hasta que la crisis política hispana trajo la dictadura del general Primo de Rivera, instaurada en septiembre de 1923 con pleno apoyo del rey. De Los Solidarios nunca se resaltará bastante la valiente defensa que hicieron de la CNT en hora tan desesperada, cuando cientos de militantes cayeron y sólo pudo sobrevivir y recuperarse por sus nexos profundos con los trabajadores, pero el costo para ese colectivo combatiente y decidido fue alto: casi todos Los Solidarios murieron o purgaron largas condenas, mientras que Durruti y Ascaso tuvieron que refugiarse en París [...]
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Luis Almeyda -