¿Democracia en Icod?
Una sociedad justa, libre y democrática sólo es viable si se generan mecanismos para hacerla abierta y transparentemente gobernada, sin olvidar que las reglas del juego democrático obligan a rendir cuentas al pueblo.
Para que la anterior reflexión se cumpla en el caso concreto de nuestro municipio -Icod de los Vinos- es ineludible que la administración municipal demuestre su transparencia, es decir: sus acciones deben ser visibles sin oscurantismos, sus intenciones conocidas a priori, sus resultados evaluables, sus procesos y tomas de decisiones controlables, sus informaciones publicables con objetividad y sin partidismos -recordamos el caso de la revista partidista Pelicar- y que en esa constante rendición transparente de cuentas, sean los ciudadanos -el Pueblo- quienes quiten a los políticos incompetentes y/o corruptos y elijan a personas honestas y competentes. En esa sociedad justa, libre y democrática merecemos vivir y por ella vale la pena luchar. A esa sociedad aspiramos los icodenses
La ineficacia, el sectarismo, las políticas egocentristas, la irresponsabilidad o corrupción... generan situaciones sociales, económicas y morales de injusticia y desigualdad de los ciudadanos. Esta situación es muy grave y no podemos ignorarla ni tolerarla.
El partido que gobierna con mayoría absoluta varias décadas- ha desempeñado un importante papel histórico y social que reconocemos- desde la integración en el partido de numerosos icodenses -que formaban parte de la extinta Asamblea Icodense- tras la caída del régimen fascista de Franco. Sin embargo en la actualidad el partido se ha difuminado en el ostracismo, se ha diluido en una concepción burguesa de la sociedad abandonando la batalla de ideas, abandonando el ideario de lo que otrora fuera el partido de Pablo Iglesias. El partido socialista se ha convertido prácticamente en una administración empresarial donde priman más las cuentas de resultados que las necesidades sociales.
Hacen falta ideas nuevas, personas con preocupaciones sociales que asuman libremente sin protagonismos egocentristas, responsabilidades públicas donde prime la transparencia en la gestión como constante social.
En la actualidad dentro de las filas del partido se vive enconadamente una lucha interna por el poder por las dos facciones que conviven en su seno, lucha que intentan no trascienda a la calle sin luz ni taquígrafos- dando pábulo a los -en algunos casos- encendidos comentarios de los ciudadanos.
La próxima primavera tendremos nuevamente que ejercer el voto democrático en las elecciones locales, un nuevo acto de un sistema caduco que perpetua durante cuatro años a muchos vividores que hacen de la política un gran negocio. Vividores que tendrán patente de corso para [des]gobernar y medrar a costa de los ciudadanos sin ninguna posibilidad de control.
En la actualidad un político honesto es un rara avis dentro del gran zoo que es la política en nuestro país.
0 comentarios