En solidaridad con Pedro Anatael Meneses.
Asociaciones / Tagororachinech.- (Artículo de la Plataforma Ciudadana contra el Puerto Industrial de Grandilla). Una de las bases de nuestro sistema democrático es que permite la utilización de la palabra para defender aquellas posiciones en las que honestamente creemos, respetando -no faltaría más- a los que piensan lo contrario.
Sin embargo, esta elemental norma de convivencia en libertad se quiebra cuando lo que defendemos no es lo que piensan los que, con el poder en las manos, tienen todos los medios para que la apisonadora de la fuerza se cargue el derecho a la discrepancia.
Nosotros, que caminamos por la calle de la vida descalzos, nos olvidamos de que don Nicolás Maquiavelo, hace ya tanto tiempo, dejó escrita la forma en que el poder hace y deshace obviando la necesaria búsqueda de la verdad que no juega al pelotazo económico.
En una sociedad donde todo tiene precio la verdad no interesa y las palabras son lanzadas al arroyo de la vergüenza.
Por eso nosotros, la Plataforma Ciudadana contra el Puerto de Granadilla, nos vemos obligados a salir públicamente en defensa de un ciudadano que no la necesita porque él mismo con su palabra y su acción, lo lleva haciendo hace ya bastante tiempo.
Estamos hablando, como no, de don Pedro Anatael Meneses, un hombre que por utilizar su derecho a la libertad de expresión, ha sido represaliado de una forma que parece digna del mejor Kafka pues lo que don Pedro defiende es exactamente lo que aprobó su partido en su último congreso insular, el mismo que ahora (¡Cuánta razón tenía Maquiavelo!) lo han defenestrado del Consejo de la Autoridad Portuaria, porque la política una vez más, no es el arte de gobernar los pueblos, sino el arte de emborronarlo todo en la tinta de unos intereses que nada tienen que ver con la verdad.
Por eso, nosotros, que andamos por la vida con los pies descalzos, no tenemos más remedio que decirle a Pedro Anatael algunas cosas.
Perdonen que no lo hagamos en privado pero a una ofensa pública le corresponde en la más estricta justicia, una reparación también pública.
Podríamos hacerle un panegírico al uso, pero tal vez para un hombre modesto como es él, le resultaría excesivo. Pero lo que sí vamos a hacer -y eso no nos lo va a prohibir nadie- es darle las gracias pues sus conocimientos técnicos como presidente que fue de la autoridad portuaria, han servido para que un grupo de gentes del sur y de toda la isla, defendiéramos contra viento y marea, un trocito de naturaleza que queremos dejar entera y rotunda a los que vendrán después de nosotros.
Por él hemos sabido que su opinión no es baladí pues es compartida por tres ex presidentes más de la autoridad portuaria y que su defensa del puerto de Santa Cruz, no es el resultado de un empecinamiento, sino de una realidad plenamente asumida.
Si decimos que Pedro Anatael es una persona íntegra y un amigo con el que siempre hemos podido contar, estamos diciendo lo que ya sabemos pero que, por el absurdo de intereses políticos que no tienen entre sus normas la coherencia, nos vemos obligados a decirlo en voz alta para que muchos se enteren.
Así que, amigo, gracias por todo lo que hemos aprendido de ti que va más allá del conocimiento profesional y llega hasta donde el ser humano, desnudo de siglas e intereses, tiene el valor de manifestar su verdad al margen de represiones políticamente correctas.
Granadilla de Abona a 7 de febrero 2006.
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