La Iglesia Católica insiste en involucrarse en las vidas privadas de las personas. No tienen perdón.
Medios alternativos / InSurgente.- El mismo día que se conoce que la Iglesia Católica de EEUU ha recibido 783 nuevas denuncias de abusos sexuales, el Papa intervino en el Congreso de los partidos de derecha europeos, para reivindicar el supuesto derecho que tiene la Iglesia de involucrarse en el debate político y la vida privada de las personas.
Ante 500 de miembros del Partido Popular Europeo (PPE) que celebran en Roma su congreso, el Papa Benedicto XVI defendió la participación de la Iglesia en el debate público, aunque choque con el poder o los intereses personales, pues su propósito es iluminar las conciencias.
El Pontífice señaló que existe una cierta intransigencia laicista que impide reconocer la aportación social de las comunidades religiosas.
El Papa dijo que "cuando las Iglesias o las comunidades eclesiales intervienen en el debate público, expresando reservas o recordando principios, no están manifestando formas de intolerancia o interferencia, pues estas intervenciones buscan únicamente iluminar las conciencias, para que las personas puedan actuar libremente y con responsabilidad, según las auténticas exigencias de la justicia.
Benedicto XVI alentó al PPE a seguir su apoyo al patrimonio cristiano, que puede contribuir decisivamente a la derrota de una cultura que ahora se ha difundido claramente en Europa y que relega a la esfera privada y subjetiva la manifestación de las propias convicciones religiosas.
Políticas así, dijo, amenazan a la misma democracia al repudiar el papel público del cristianismo; invitó a los políticos a dialogar con la tradición religiosa europea para el bien de la sociedad.
El Papa reiteró los tres principios no negociables de la Iglesia: "la protección de la vida", la defensa de la familia y el derecho de los padres a educar a sus hijos.
Estos principios irrenunciables, explicó, forman parte de la naturaleza humana y representan un bien común para toda la humanidad. En este sentido, criticó los matrimonios homosexuales y las parejas de hecho.
Las denuncias. La Iglesia Católica estadounidense ha recibido 783 nuevas denuncias por abuso sexual en 2005, la mayoría referidas a décadas anteriores, según reveló una auditoría privada. Las nuevas denuncias elevan a más 12.000 el número de quejas de este tipo contra la Iglesia Católica estadounidense desde 1950.
Las cifras forman parte de la tercera auditoría ordenada por los obispos para restaurar la credibilidad institucional después de los escándalos desatados en 2002 por las acusaciones de abusos. Sin embargo, líderes eclesiásticos han criticado la metodología de estos estudios conducidos por la empresa privada Gavin Group, integrada fundamentalmente por ex agentes del FBI.
En las dos primeras auditorías, las 195 diócesis de Estados Unidos fueron visitadas. En la última investigación, 104 diócesis pudieron responder un cuestionario por escrito, y sólo el resto fue visitada por auditores.
Desde 1950 y hasta antes de la tercera audiencia, la Iglesia Católica de Estados Unidos había pagado más de 1.000 millones de dólares para hacer frente a las denuncias sobre abuso sexual de feligreses.
La tercera auditoría refleja que sólo en 2005 los costes fueron de 467 millones de dólares, destinados a acuerdos judiciales, terapia para las víctimas, apoyo para los acusados y honorarios de abogados, entre otros gastos.
La última supervisión también informa de una ligera caída de un 95% a un 88,5% del año 2005 a 2006, sobre el cumplimiento de las diócesis de las medidas adoptadas para evitar casos de abuso sexual. Algunas de estas medidas incluyen revisar los antecedentes de los empleados y promover un ambiente seguro donde los niños aprendan a prevenir, por sí mismos, posibles abusos.
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