Comunión y horca. Tres mil euros con forma de comunión.
Medios alternativos / inSurGente.- En esta época de despilfarro y consumo que padecemos, las ciudades acogen el fenómeno propio de los meses de Mayo: las primeras comuniones. Estas se asemejan cada vez más a pequeñas bodas con presupuestos medios que rondan los 3.000 euros, unas cifras que hacen tambalear muchos presupuestos familiares durante meses.
La Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) calcula que el gasto mínimo de una primera comunión es de 1.700 euros, aunque el máximo puede acercarse a los 3.400 euros o incluso a los 6.000.
En este gasto se incluye el traje de la niña, una de las partidas más sustanciosas del presupuesto, que oscila entre los 100 euros de un vestido sencillo y los 300 de un traje con bordados y adornos. A esta suma debe añadirse el gasto en complementos como los zapatos, los tocados (entre 20 y 50 euros), los libros, las cadenitas de oro o los guantes.
Sin embargo, es el banquete el causante del mayor gasto del día con una media de 1.080 euros, al que se debe añadir el coste de servicios añadidos de animación infantil como payasos, magos o juegos hinchables que rondan entre los 150 y los 450 euros. En muchos casos es necesario reservar el restaurante hasta con dos años de antelación.
Otros apartados que inflan el presupuesto son el reportaje de fotografía o de DVD, los recordatorios o los objetos conmemorativos que se regalan a los asistentes a la comunión, detalles que pueden costar entre 300 y 600 euros.
Una moda generalizada es entregar a los invitados, sobre todo a los pequeños, un detalle de recuerdo con el nombre del niño y la fecha de la celebración. Al parecer, las sencillas celebraciones caseras en las que la familia se ocupaba de todo e invitaba a un puñado de parientes o los tradicionales desayunos con chocolate en el domicilio familiar pasaron a la historia.
Los cálculos de Facua Consumur superan a los de FUCI y colocan el presupuesto medio de una primera comunión en la región de Murcia en 3.500 euros, al tiempo que alerta sobre el peligro de sobreendeudamiento al que se enfrentan muchas familias que solicitan préstamos para hacer frente a los gastos.
Según esta asociación, se impone el mimetismo entre los padres que echan la casa por la ventana para que 'el día más feliz' de la vida de sus hijos no desmerezca de la de otros niños.
Para abaratar el festejo, FACUA recomienda, por ejemplo, que la propia familia haga el reportaje de fotografía, recortar el número de invitados, fomentar la creatividad de los niños para que ellos mismos hagan sus propios recordatorios.
Sin embargo insiste en que lo fundamental es que los padres tengan presente el sentido religioso de la primera comunión.
En este sentido inciden también la jerarquía eclesiástica. El director del Secretariado Diocesano de Pastoral Litúrgica de Sevilla, Angel Gómez Guillén, manifestó hace unos años que algunas primeras comuniones tienen el riesgo de convertirse en un 'show' similar a los programas de televisión con niños artistas.
También el arzobispo de Valladolid, José Delicado Baeza, incidió en 'los despropósitos de los adultos' que 'piensan más en el banquete, el vestido, los regalos y el fotógrafo que en el significado del acontecimiento' dentro de la Iglesia.
Sin embargo, en la actualidad han empezado a darse incluso las denominadas comuniones civiles, es decir, aquellas en las que padres agnósticos dan cumplimiento de los deseos de sus hijos en cuanto a la fiesta, los regalos o el viaje a Eurodisney -una costumbre cada vez más instaurada como regalo de primera comunión- pero sin contenido religioso, es decir, sin comunión.
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