Unelco-Endesa continúa su particular batalla contra los anemómetros.
Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- No le ha quedado puerta que tocar a Unelco-Endesa en facultad, instituto, echadoras de cartas y adivinos de toda clase y condición en su particular lucha contra los datos de viento que registraron los anemómetros la tarde noche del pasado 28 de noviembre, cuando la cola de una tormenta tropical, llamada Delta, tuvo el mal detalle de visitarnos.
El caso es que hay que demostrar, de la forma que sea y en un ejercicio de meteorología forense que no tiene muchos precedentes, que existe una justificación para que a la compañía se le hayan caído más de 150 torres de alta tensión, muchas de las cuales estaban absolutamente podridas. Lo que sí que es fácil y sencillo de demostrar.
Pocos días después de la tormenta, en la tribuna del Parlamento de Canarias, el mentiroso o ignorante más grande del mundo, llamado Adán Martín -y presidente del Gobierno para más señas-, dijo: "El día 28 de noviembre llegó a Canarias una tormenta tropical, que produjo rachas que oscilaron en amplias zonas de las islas entre los 180 y los 250 kilómetros por hora e incluso a los 300 en zonas de La Palma". Por debajo de los 2.500 metros nadie había captado vientos parecidos, pero al hombre se le fue la mano -o la lengua- en su afán por justificar lo injustificable. De hecho llegó a llamar personalmente a algunas radios locales, cuando la gente criticaba a Unelco, diciendo que él, "como ingeniero", podía dar fe de que no había estructura alguna capaz de resistir esos terribles vientos. La realidad es que, en algunos sitios, cayeron torres como palillos junto a invernaderos que permanecían casi intactos.
Más allá incluso que el presiente del Gobierno de Canarias fue el programa, de la televisión pública -del PSOE en estos momentos-, Informe Semanal, que lanzó a nivel estatal el mensaje de que en Canarias se registraron vientos que "oscilaron entre los 200 y 300 km/h", a mayor gloria de nuestra industria turística. Quedándose más anchos que largos. A esa información nosotros, y otras personas, les contestamos con mensajes que nos respondieron amablemente, justificando semejante disparate pero sin intención alguna de rectificar.
Y es que la mano de Unelco-Endesa es muy pero que muy alargada. La Facultad de Física de la Universidad de La Laguna, al igual que ya hizo antes el ITER de Ricardo Melchior, ha accedido, en este caso previo pago, a hacerles ese estudio de 'meteorología forense' que necesitan, a falta de datos 'buenos' -o que les sirvan- en los múltiples anemómetros con los que contamos. Y, por lo que se desprende de la información que publica El Día este lunes, los de Física han llegado a donde se podía llegar o a donde parece razonable que se llegue, hablando de rachas de viento de unos 140 km/h. Algo mucho más sensato que los 160 km/h, sostenidos durante dos horas, de los que llegó a hablar el ITER, órgano de propaganda de Ricardo Melchior.
Rachas de 140 km/h, incluso algo más, es posible que se dieran en muchas de las zonas afectadas a la vista de los efectos sobre muchas estructuras. Pero de ahí a que, como pretende Unelco-Endesa, se justifique que caigan torres de alta tensión porque el Reglamento sólo exige que resistan 120 km/h, va un buen trecho. Y es que si con 120 km/h se cayeran las torres en Europa es probable que en gran parte del continente hubiese que reponer todos los tendidos cada dos o tres años. Sobre todo últimamente.
Esos son datos de viento importantes pero nada extraordinarios y, lo que siempre olvida mencionar Unelco -en su camino hacia no se sabe dónde- es que el Reglamento ese habla de 120 km/h pero también se refiere a un coeficiente de seguridad que ellos nunca aplican, porque no interesa.
La pregunta que nos hacemos, cuando Unelco-Endesa parece que va agotando ya todas sus posibilidades de inventarse datos de viento no registrados, es de dónde tomó Adán Martín los números que sacó en el Parlamento para engañar a los ciudadanos y a los -todavía okupas- parlamentarios. Mentir en el Parlamento es algo de lo más normal por aquí, no extraña absolutamente a nadie, pero es que ofrecer datos de viento, incluso antes de que el ITER dejara volar la imaginación, con ese desparpajo resulta realmente sorprendente, todavía. Que en El Teide se registraran vientos de 250 km/h, lo cual no es que pase todos los días pero de lo que sí hay varios registros, ¿a quién importa eso? A 5.000 metros de altitud es posible que los vientos fuesen de 400 km/h. ¿Pero es ese el dato que interesaba a los ciudadanos o la manipulación que convenía a una empresa privada como era Unelco-Endesa? ¿O es que acaso existen colegios, hospitales, torres de alta tensión o edificios de viviendas en Las Cañadas? Es que por no haber no hay ni árboles y, ni en las zonas más cercanas, se cayó un solo pino canario, al paso de la tormenta Delta, cuando todos recordamos ver pinares arrasados por el viento en Los Realejos, o en la parte alta de La Orotava, no hace tantos años.
No obstante pierdan ustedes el 'cuidado' de que ningún grupo parlamentario le vaya a sacar los colores a nuestro Presidente con este vergonzoso asunto. Los tres -PSOE, CoCa y PePe o los trillizos- se han comportado en este asunto como auténticos abogados defensores de Unelco-Endesa, lo cual no es otra cosa que ir en contra de los intereses de la ciudadanía, que no han cobrado, ni cobrarán, un euro de indemnización por semejante desastre vivido en esta isla durante casi una semana. Así son las cosas y así se las hemos contado.
Ah, si no se lo cree espere a que salgan las conclusiones de la comisión parlamentaria esa que han creado, para cubrile las espaldas a Unelco y echar tierra a este asunto. No agotemos nuestra capacidad de sorpresa del todo. Santiago Pérez, prestigioso parlamentario del PSOE, nos critica que utilicemos nuestra energías en acusar muchas veces a la Oposición olvidándonos de que los que gobiernan son otros. Lo que olvida don Santiago, acaso por agotamiento ya, es que, en estas democracias que nos hemos dado, los ciudadanos esperamos un papel del Gobierno y otro de la Oposición. Ambos igualmente importantes. En Canarias ocurre que en los temas realmente trascendentes no existe tal diferenciación de papeles, Gobierno y Oposición se confunden en más de lo mismo, que no es otra cosa que la defensa de determinados intereses privados por encima del interés general de la ciudadanía. Y eso a muchos nos parece más criticable aún en el papel que le correspondería a la Oposición que viniendo del propio Gobierno del que, por otra parte, somos todos perfectamente conscientes de los intereses a los que sirve y representa. Algunos de esos intereses pretendían comprar, no hace mucho, hasta la propia sede del Parlamento de Canarias.
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