El Cabildo ultima el avance del Plan que deberá ordenar la gestión de los residuos en Tenerife hasta el 2016.
Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- El pasado jueves los responsables técnicos del Plan Territorial Especial de Ordenación de los Residuos convocaron a los diferentes colectivos sociales en la sede del Área de Medio Ambiente para presentar lo que ya se aproximaría a ser el Avance definitivo del nuevo Plan, que deberá poner un poco de orden en la gestión de los residuos en Tenerife hasta el año 2016.
Aunque francamente, y a modo de autocrítica, la asistencia de representantes de los distintos colectivos no fue 'masiva', digámoslo así, la reunión resultó de especial interés porque ya, de manera casi definitiva, el Cabildo tiene sobre la mesa la propuesta casi definitiva que presentará a participación en forma de Avance del Plan, que deberá ser aprobado por el pleno del Cabildo Insular.
En líneas generales, y empezando por lo positivo para que no digan que siempre somos negativos, hay que decir que consideramos que los avances que se han conseguido en cuanto a los objetivos de reciclaje, de separación en origen, de reducción, etc. pueden representar un punto de referencia para el resto del Archipiélago. No es que debamos lanzar las campanas al vuelo, al fin y al cabo se trata sólo de un Plan y su éxito depende no de los que digan los papeles sino de la voluntad política que exista para llevarlo adelante.
El Plan pretende, en una de nuestras principales batallas que ha sido la gestión sostenible de la materia orgánica, alcanzar en diez años objetivos del 60% en autocompostaje, del 30% en la implantación del quinto contenedor de materia orgánica de recogida domiciliaria, el 60% de grandes productores y el 80% en restos de poda, lo que puede suponer un avance espectacular en cuanto a la elaboración de un compost de calidad, con la consiguiente beneficio económico, ecológico y social.
¿Que se puede aspirar a más? El papel aguanta todo lo que le echemos pero, en este sentido, nos parece que el Plan plantea unos objetivos muy ambiciosos si tenemos en cuenta la situación de partida y, si somos capaces de conseguir eso, en menos de diez años, pues podríamos darnos con un canto en los dientes, aunque todo esto debemos interpretarlo, sin duda, como unos objetivos que en ningún caso representan tope alguno.
Nuestra sempiterna batalla por la descentralización del tratamiento de esta materia orgánica, francamente, ha sufrido un avance muy significativo con los proyectos que se plantean en el nuevo Plan. Lo mismo ocurre con el tratamiento de otras fracciones, donde se proyectarían plantas de triaje en las zona de más peso poblacional con unos objetivos de recuperación también interesantes.
Y para terminar con el apartado de los aspectos positivos, los que hemos estado desde hace algún tiempo en esta batalla, valoramos y agradecemos tanto el talante como los avances que hemos visto, a lo largo de todo este tiempo, en el desarrollo de este Plan, tan estratégico para la isla.
¿Qué pasará con esas cerca de 300.000 toneladas -de las más de 800.000 que se supone generaremos en el 2016- que, de desarrollarse el Plan tal y como está previsto, tendrían que ir a un tratamiento finalista tipo vertedero o incineración, entre ellas más de 30.000 toneladas de lodos de depuradora? Pues que el Cabildo va a proponer que se quemen en una incineradora, una incineradora que podría instalarse en Arico o junto a la central térmica de Granadilla, acogiéndose a la nueva legislación que consideraría la 'valorización' energética de la biomasa como energía renovable. Esencialmente ahí iría a parar el resto de los residuos, fundamentalmente biodegradable, que salga del triaje de las líneas de Todo Uno que se instalan en el vertedero de Arico
Eso es lo que hay, más o menos, junto a cuestiones fundamentales y que valoramos muy positivamente, como la creación de diferentes órganos de control y seguimiento del Plan, importantes inversiones en concienciación, generación de empleo social, etc. nos encontramos con una incineradora que fue uno de los orígenes de nuestra organización. Cuando se planteó la incineradora en el año 2002 se trataba de la incineración como 'solución', sin muchas más consideraciones sobre cómo avanzar hacia una gestión más racional de todo tipo de residuos en la isla de Tenerife.
Ahora mismo lo que hay es un proyecto de Plan ciertamente interesante y que aporta planteamientos de futuro que, de haberse planteado hace 15 años, ahora mismo nadie se plantearía la necesidad de instalaciones que nadie quiere ni desea, pero la realidad es en este momento la que es. Los responsables de esta lamentable situación somos todos nosotros, ahí están los resultados decepcionantes de la recogida selectiva de envases, por ejemplo, en la que sólo el municipio de Arico ha hecho un esfuerzo significativo. Nadie quiere una incineradora cerca de sus casas, además encarecerá muchísimo la gestión de los residuos, producirá contaminación, supone la dilapidación de recursos cuyo mejor destino debía ser más sostenible, no hace que desaparezcan los vertederos porque genera cenizas altamente tóxicas... ¿Pero estamos ahora mismo en condiciones de seguir expropiando terrenos en Arico para la ampliación indefinida del vertedero? Esa, entre otras, es una de las preguntas que más nos compromete a todos.
Lo que plantea ahora mismo el avance del Plan de Tenerife mantiene las líneas generales de lo que se avanza para Guipúzcoa, que se encuentra inmersa en la misma polémica. El principal argumento que se oye por allí para intentar parar este proyecto, independientemente de los impactos ambientales, tiene que ver con el hecho de que en Guipúzcoa se encuentra ya, a estas alturas, bastante avanzados en separación en origen y recuperación de determinadas fracciones de la basura. Situación muy distinta a la nuestra, lamentablemente. De hecho nosotros nos estamos planteando objetivos para el 2016 que ellos prácticamente han alcanzado ya y por eso no nos parece que sea mala referencia la de Guipúzcoa para plantearnos una línea a seguir en estos momentos. Ojalá estuviésemos tan avanzados como ellos ahora mismo.
La situación en Guipúzcoa en este momento es que, frente una potente resistencia social contra la incineración, el alcalde sociolisto de San Sebastián dice que sólo aceptaría la incineradora si la decisión la toman otros, a lo que le han respondido el resto de los municipios diciendo que o pone un solar para la incineradora o se va a tener que tragar su basura porque nadie le va a prestar vertederos para depositar sus residuos, ante el cierre inminente del vertedero de San Marcos. Lo del PSOE aquí es más cojonudo si cabe -que ya es difícil-, han pasado de rechazar y crear alarma social con la incineradora antes de las elecciones del 2003 a apoyarla incondicionalmente sin más consideraciones. El PePe, como el PSOE, la quiere pero cuanto más grande mejor y la CoCa, obviamente, apoyará la propuesta que les mande Wladimiro al Pleno del Cabildo.
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