Aguas fecales en Los Cristianos.

Gofiosfera / La ruina de las islas canarias .- Otra vez se han derramado aguas fecales en una de las playas masificadas del sur de Tenerife. Esta vez fue en Los Cristianos. Anteriormente había sido en Las Vistas, Fañabé, La Caleta, El Duque, Las Américas (3 veces), Playa Paraíso, etc.

En realidad, la costa del sureste de Tenerife es una marea de aguas fecales, pero sólo se comunica en la prensa cuando la situación es descarada, es decir, cuando no sólo el mar está lleno de mierda (literalmente), sino que se ve un reguero saliendo de alguna alcantarilla, y cruzando la arena hasta la costa.

Si hay algo que puede dañar la imagen turística de la isla, por encima de las construcciones ilegales, los tendidos de Unelco, la mala educación de los conductores de TITSA, los millones de carreteras y coches y la basura generalizada, es que los turistas se den cuenta de que se están bañando en un mar donde están disueltas sus propias cagadas, así como las de 200.000 turistas más.

En algunos lugares de la costa, el color del agua es una prueba de que no está del todo limpia. En otros, incluso se acumulan grasas de aspecto insalubre en puntos determinados de las playas, como pasa en Las Teresitas o en la Playa de La Pinta. Ambas tienen un emisario de aguas fecales a escasos metros, y, concretamente, en la de la Pinta pasa rozando la arena, y siempre se ha comentado que tiene fugas.

En Playa Jardín, en el Puerto de la Cruz, es frecuente encontrar unas bolitas a modo de corcho blanco deshecho. Si las escachas con la mano, apestan. Investigando por ahí, me he enterado de su origen: es mierda de los emisarios, rodeada de pequeños hongos que, además, parece ser que contaminan también a la arena sobre la que se depositan. La verdad es que la arena de Playa Jardín, cuando hay “bolitas” de estas, o la de la Playa de Martiánez, desprende un olor inconfundible.

Otra prueba de la abundancia de aguas fecales en la costa tinerfeña son las algas verdes, por exceso de nitratos procedentes de dichas aguas, y que se ven en muchos lugares. Siguiendo con el Puerto de la Cruz, las más destacables son las de la zona de San Telmo, donde no existe alcantarillado y los hoteles (que no son pocos ni pequeños) usan pozos negros o filtrantes que terminan vertiendo las aguas fecales a la costa. En Candelaria y Las Caletillas, la mancha de aguas verdes es continua, especialmente en la zona de Cho Vito, y los alrededores del emisario correspondiente.

Paralelamente, la administración pública, llena de funcionarios y técnicos “totalmente capacitados”, parece mirar hacia otro lado, sobre todo cuando gastan millones en rehabilitar edificios religiosos, mientras el principal motor económico de la isla se ve dañado en su base. Por muy barato y cutre que sea el turismo que nos visite, y por muy dispuestos que estén a soportar a ingleses borrachos, a TITSA, la panza de burro de Las Américas o a las calles sucias, no creo que a nadie le guste bañarse en aguas fecales.