La UE y los inmigrantes.
Gofiosfera / La ruina de las islas canarias .- Este año se ha abaratado sensiblemente el precio de las pantallas de plasma, LCD, TFT o cualquier dispositivo similar. Se pueden conseguir con sintonizador incluido, y de TDT, por precios impensables hace tan sólo un año. Además, las de gran tamaño, es decir, de 24 pulgadas para arriba, también están a precios caros pero asequibles.
Pero es el mundial de fútbol el que ha disparado la fiebre por los televisores grandes. Todo el mundo se ha lanzado a la compra de cacharros tremendos, para sentarse delante de ellos a ver el mundial.
Incluso en Alcampo de La Laguna, y creo que también en el de La Orotava han tenido la desfachatez de colocar una gran pantalla, para que los maridos vean el fútbol mientras las mujeres hacen la compra. ¿Puede haber un ejemplo más vomitivo del machismo endémico canario? ¿Qué pasa, que a las mujeres no le puede gustar el fútbol, ni los hombres pueden comprar?
Pero el colmo de los colmos es lo que apareció el día 10 de Junio en la prensa, referente a la visita de una serie de eurodiputados al centro de El Matorral, en Fuerteventura. Allí comieron con los inmigrantes residentes, y llegaron a la conclusión de que el Mundial es muestra suficiente de la integración y de la cultura de cada país y, por supuesto, cita obligatoria para los amantes de este deporte en todo el mundo. Por lo tanto, decidieron instalar 6 televisores en los centros de internamiento de inmigrantes, para que éstos puedan disfrutar del mundial en directo.
Pues nada, si los diputados del Parlamento Europeo han venido hasta la frontera sur para regalarle una serie de televisores a los inmigrantes internados, ¿qué es lo que harán habitualmente en sus sesiones? ¿Proponer que se construyan televisores gigantes en los baños públicos? ¿A alguien se le ocurre una imbecilidad más grande?
Y, desde luego, no hablemos de la imagen que se llevarán los inmigrantes. Cruzan miles de kilómetros de mar, los meten en una cárcel donde hay un televisor gigante para ver el mundial, los meten en un avión, luego en otro, y aparecen en Mauritania, Senegal o el lugar de origen que sea. ¡Viva la democracia!
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