Tagoror Achinech solicitará indemnizaciones para los afectados por las turbinas.
Asociaciones / Tagororachinech.- Con la llegada del verano, se hace más visible los efectos perjudiciales de las turbinas, como consecuencia de la inversión térmica.
En estos días se ha podido ver la mancha color amarillo-defecación de las emanaciones de la central eléctrica instalada en Los Pajales, las cuales están rodeadas de la polémica de haberse instalado contra el deseo del pueblo de Chío y, vulnerando la legislación vigente, como se ha expuesto en las distintas denuncias que Tagoror Achinech ha interpuesto en las diversas administraciones públicas locales, insulares y autonómicas, sin que ninguna de ellas haya tomado medidas en el asunto.
La población afectada se ve desamparada por las administraciones que deberían defender a los ciudadanos, cuyas consecuencias está originando un éxodo de los trabajadores de las explotaciones agrícolas, consecuencias de ruina de las actividades de turismo rural, la pérdida de las certificaciones de agricultura ecológica que se desarrolla en la zona y, la asistencia de varias personas a los centros sanitarios para paliar las afecciones nocivas de las emanaciones y los ruidos de las turbinas.
Tagoror Achinech esta recibiendo quejas de agricultores que no pueden hacer frente a los compromisos contraídos con las entidades financieras, porque no encuentran trabajadores que quieren realizar sus tareas cerca de estas instalaciones, por lo que han solicitado al colectivo que emprenda acciones encaminadas a demandar indemnizaciones a la Consejería de Medio Ambiente y Consejería de Industria, para paliar su pérdida de calidad y modo de vida.
Algunos agricultores han argumentado a Tagoror Achinech que si se ha permitido a Unelco instalar esta central en la zona, para que esta empresa incremente su incremente su volumen de negocio, con la excusa de garantizar el incremento de la demanda eléctrica, de la cual no son responsables estos agricultores, pero si las víctimas a las que no se les ha tenido en cuenta. Argumentan que ellos llevan décadas dedicándose a las actividades agrarias, que el pueblo de Chío es centenario y que resulta difícil el entender que ahora se tenga que romper un estilo de vida, que se tenga que emigrar, que se tenga que cambiar de actividad laboral, por la imposición de estas turbinas envueltas en irregularidades y en contra del deseo de todo un pueblo.
Tagoror Achinech ha aceptado el deseo de los afectados y solicitará indemnizaciones a la Consejería de Industria y de Medio Ambiente, para lo cual cada afectado decidirá libremente el valor de perdido como contrapartida a solicitar, siendo los afectados los únicos que pueden valorar sus pérdidas, ya que es imposible el calcular la pérdida moral y sentimental de su estilo de vida.
El colectivo ha explicado a los afectados en que situación se encuentra las acciones jurídicas emprendidas, así como que no se descansará en seguir recurriendo a las administraciones públicas, para exponer la repulsa de esta instalación y que se proceda al cierre de estas instalaciones y el recuperar un modo de vida que se tenía antes de la llegada de estas turbinas.
Chío a, 28 de julio de 2006
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