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Lazos Rotos

Nuestra certeza.

Medios alternativos / Cuba Trabajadores Digital.- Jorge Luis Canela. En los primeros días de la semana anterior, algunos cables de las transnacionales de la noticia insistieron en ideas como “incertidumbre”, y “comienzo de un cambio” en Cuba (la cacareada transición de Bush ya sabemos hacia dónde), en un intento de ocultar y desfigurar los sentimientos de seguridad y confianza de nuestro pueblo acerca de la solidez y la continuidad de la Revolución.

Nadie podría calificar de inocentes estos términos ni atribuirlos a la “objetividad” de los reporteros. Tales conjeturas forman parte de la urdimbre de falsedades en torno a nuestro país, tejida a partir de la política y los intereses estadounidenses, a fin de engañar al mundo.

Habituados a verlo incansable, firme, multiplicando su tiempo en la lucha y el trabajo, tenaz y vital, la repentina enfermedad de Fidel nos tomó por sorpresa, nos consternó y conmovió como la del más querido entre nuestros seres queridos, pero no ha inducido al desaliento ni a la inacción.

Las razones son muchas. Podríamos resumirlas en una expresión de la sabiduría popular: cada quien cosecha lo que ha sembrado. Y el Comandante ha dedicado su prolongada y fructífera existencia al magisterio de la palabra y el ejemplo.

A su lado, al acompañarlo y seguirlo en la lucha revolucionaria, él ha ido formando a miles de dirigentes capaces; a la par de que el pueblo ha elevado su conciencia revolucionaria, y constituye hoy un vasto semillero de cuadros sólidamente preparados profesional e ideológicamente.

Este hecho incontrastable nos da la certeza de que el país continuará dirigido con la inteligencia y la sabiduría, la firmeza y la decisión de quienes como el compañero Raúl han compartido con el líder de la Revolución cada combate y cada proeza, y han sido a la vez punta de vanguardia en los más difíciles momentos, y retaguardia para asegurar cada victoria.

Desde los lejanos días de la Universidad, de la Marcha de las Antorchas, el Moncada, el Granma, la Sierra, la Crisis de Octubre, Girón; el enfrentamiento a las agresiones del Imperio, a su bloqueo genocida; en la sabia y tenaz conducción de la economía para sobrevivir al Período Especial, ha estado Raúl, en toda su dimensión y capacidad para interpretar la estrategia del Jefe y aplicarla con éxito, para suplirlo eficientemente cuando ha sido necesario.

¿Quién sino él, al ser detenido luego del asalto al Moncada, en conocimiento de que Abel había sido asesinado y suponiendo que Fidel había corrido igual suerte, asumió la responsabilidad del Movimiento?

¿Quién sino él tomó la palabra cuando Fidel quedó sin voz en los instantes en que anunciaba al pueblo la nacionalización de las empresas norteamericanas en aquel memorable acto del estadio del Cerro?

Añadamos que las figuras históricas trascienden verdaderamente por su obra perdurable. Fidel y Raúl han forjado al Partido, como el más acerado y resistente metal, como sólido bastión que es hoy garantía de la perpetuidad de los sueños y la obra de todos los revolucionarios cubanos, desde aquellos que asistieron con su gesto el parto de la nacionalidad hasta los que hoy dan vida con su actuar a las nobles y altruistas concepciones del internacionalismo, o entregan en nuestro propio suelo su talento y sudor por la Patria.

Nuestro Partido, el de todos los cubanos, reúne a la vanguardia del pueblo y ha sido capaz, desde su mismo nacimiento, como paradigma de la ejemplar heroicidad de los trabajadores y de nuestros combatientes, de defender la integridad del país frente a la tozuda agresión del enemigo imperial.

Su acción y su pensamiento colectivos, ejemplos de unidad, talento y sacrificio, encarnan la mayor y mejor expresión de las ideas de Fidel, la tenacidad y la firmeza del Comandante, su sagacidad para desafiar y vencer al imperio. Esa es la convicción que frente a las ilusiones de Bush y sus ahijados de Miami, que pretenden retrotraernos al capitalismo, nos anima en nuestros sentimientos de seguridad en la solidez de la Revolución, en la certidumbre de que el mismo Fidel que hoy nos acompaña continuará siempre entre nosotros.

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