Carta a los Reyes Magos (25 de noviembre de 2005).
Asociaciones / Tagoror Achinech.- Desde Canarias Insurgente pedimos la mayor difusión posible a esta carta que nos envian los compañeros de Tagoror Achinech.
Carta de una chica de Chío.
Queridos reyes magos:
Soy Yaiza la de Chío. Este año he sido buena, ustedes lo saben mejor que nadie y es por eso que les pido:
1.- Que me regalen un par de amigos. Soy la única chica de mi edad en este pueblo, que según mi tía Tata, antes estaba lleno de niños corriendo por las calles, jugando con sus bicis o con sus pelotas pero poco a poco todos se fueron de aquí porque sus padres les buscaron un futuro más saludable, cosa que yo no entiendo porque yo, teniendo 6 años, llevo viviendo aquí un buen tiempo y todavía me quedan 15 años de vida, como a todo el mundo.
2.- Quiero sembrar tomates. Tata me cuenta que antes ella iba a trabajar allí y se lo pasaban muy bien hablando y vacilando en los tiempos de antes, pero que ya en Chío no nacen tomates, ni plátanos, ni almendreros, ni higueras, ni pencas ni ná
3.- Quiten esa nube amarilla y gris que huele mal. Yo quiero ver el sol ¡y la luna!. Dicen que el sol es un círculo amarillo que deslumbra y que la luna está acompañada por puntitos blancos a los que llaman estrellas y a las que les puedes pedir deseos. Pues no sé yo, porque mucho que lo intento, no alcanzo a distinguirlos sólo veo nubes grises. Sé que existe el sol porque hace mucho calor, demasiado, pero el que no sé si existe es Dios, porque si existiera no dejaría que pasara esto
4.- Quiero un turbineitor 2000 de BANDAI. De esos que echan humo pero de la versión dos turbinas, en vez de una, porque la otra viene sin licencia municipal.
5.- Ver a mis padres. Tata dice que fueron al cielo por culpa de las chimeneas esas que llaman turbinas. Dice que unos bichitos llamados cáncer se los comieron, (sí, los mismos que la picaron el otro día, que debía dolerle mucho porque no paraba de llorar). Todos los años se lo pido; sólo quiero hablar con ellos y que me cuenten cómo era Chío hace unos años, cuando aún se podía ver el cielo de color azul
6.- Lo más importante: denle paatrás al tiempo. Una vez pregunté a Tata por qué dejaron poner las turbinas. Dijo: al principio hablamos, chillamos, peleamos, saltamos, lloramos, fuimos hasta Guía caminando con pancartas y cuando pensábamos que todo se iba a arreglar las pusieron. Entonces nos dimos todos por vencidos y dejamos que pasara el tiempo
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