La 'Semana de la Movilidad' apenas interesa a las instituciones canarias. Comunicado de prensa.

Ecología y Medio Ambiente / Los Verdes de Canarias.- Los Verdes consideran que la semana de la movilidad no deja de ser un listado de iniciativas que no tienen aplicabilidad en el tiempo. Este año, con el lema europeo de “Tú controlas El Cambio Climático” se celebra la Semana Europea de la Movilidad. Según la Web oficial europea de la misma, solamente nueve municipios canarios se han adherido a la misma.

Los Verdes quieren denunciar como una vez más se evidencia el escaso o nulo interés de nuestros pueblos y ciudades por incorporarse de forma activa y convincente a esta iniciativa que poco a poco va ganando las conciencias de muchos europeos. Sin duda, se trata de una oportunidad y una iniciativa que debe ser el pretexto, y no la excusa, para empezar a implantar criterios de movilidad sostenible.

Los Verdes valoran positivamente la participación de Ben Magec-Ecologistas en Acción, cuya implicación puede aportar un halo de sentido sobre el verdadero problema del tráfico y la movilidad. Curiosamente, Ben Magec colabora con municipios que no se han adherido de forma oficial a la campaña, como Los Realejos, Santa Cruz de la Palma o San Sebastián de la Gomera.

Este año el lema de la semana trata de concienciar del impacto que suponen las emisio-nes de CO2 de los vehículos de transporte motorizado. Es importante recodar que en Canarias, casi la mitad de las emisiones anuales de Gases de Efecto Invernadero vienen generadas por el tráfico rodado. Cada día, alrededor de un millón y medio de vehículos circulan por las islas, en las que alcanzamos una densidad de vehículos privados que casi alcanza la unidad por persona.

No obstante, a pesar de las buenas intenciones del movimiento ecologista, la Semana Europea de la Movilidad no deja de seguir teniendo un carácter simbólico y lúdico. Prueba de ello son las actividades programadas por el Ayuntamiento de Santa Cruz, que ha dispuesto carriles de bicicletas, ubicados en la plaza de España, que parecen tener más bien una funcionalidad recreativa. Hay muy escasas excepciones que merecen destacar, como las del Ayuntamien-to de Candelaria que ha inaugurado varias calles de zona 30.

Una evidencia más del escaso interés y de la nula efectividad con que se desarrolla la campaña en Canarias lo constituye la escasa aplicabilidad que los municipios participantes hacen del eslogan de la Semana. Bajo el eslogan 'Camina. Muévete en bici. Coge el autobús. Comparte el coche. Cambia', Los Verdes ven como no se introducen medidas que inviten claramente a favorecer el uso de la bicicleta o la movilidad a pie, como recomienda la Comisión.

Una de esas medidas que potencian la movilidad sostenible es el “compartir el coche”. Los Verdes, en la semana del año pasado presentaron mociones para que los ayuntamientos se implicaran activamente el uso del coche compartido, como otras ciudades que ya lo hacen. El interés por esta medida, antes y ahora es nulo; y ello, a pesar de que el 75% de los desplazamientos urbanos con vehículo privado lo son con una única persona en su interior.

La celebración de la Semana en Canarias, por tanto, además del escaso número de municipios participantes, adquiere, en definitiva, un carácter simbólico y contradictorio. Por un lado, el Cabildo de Tenerife centra sus esfuerzos presupuestarios en atender y mejorar las vías, mientras el apoyo económico y activo al transporte público es escaso, si exceptuamos el tranvía, que podría valorarse positivamente, pero que tampoco parece ser la solución. Sin embargo, otras medidas permanentes no han contado con todo el apoyo, evidenciado por la tardía entrada en funcionamiento de los mismos. Son los casos del intercambiador y el carrilbus de entrada a Santa Cruz.

Para Los Verdes, sin embargo, el ejemplo más contradictorio de política contraria a los principios de movilidad sostenible lo desarrolla el Gobierno canario. La aplicación de la Red Transcanaria de Transportes (anteriormente llamado Eje Transinsular) supone hasta el 2020 una inversión de casi 8.000 millones de euros, destinado al desarrollo de más infraestructuras que no hacen sino aumentar la movilidad insostenible y las emisiones de CO2.