Una zona al suroeste de Pico Viejo registra otros nueve seísmos
Los temblores de baja intensidad son de origen volcánico. Prosiguen los seísmos de baja magnitud y de origen volcánico en el noroeste de Tenerife, como previeron los expertos. En los últimos cuatro días, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) registró otros nueve temblores, ninguno sentido por la población, en la misma zona donde se han concentrado en las últimas semanas: al lado de Pico Viejo. Seis de estos nueve movimientos se produjeron ayer.
La cadena de más de medio millar de movimientos de baja magnitud en la dorsal noroeste de Tenerife, iniciada el 22 de abril, se ha concentrado en las últimas semanas en un punto a unos 4 kilómetros al suroeste de Pico Viejo, en el sistema volcánico del Teide, zona en la que los expertos sitúan en estos momentos las mayores posibilidades de una hipotética erupción. Hay que recordar que los vulcanólogos del comité de seguimiento han indicado que en fenómenos como el que vive actualmente Tenerife se produce una erupción en un 10% de los casos.
Sólo ayer, al cierre de esta edición, el IGN había localizado seis seísmos en zonas próximas al punto mencionado, cinco dentro del municipio de Guía de Isora y uno en Vilaflor. Los de Guía se produjeron entre las 00.35 horas y las 00:43, y el de Vilaflor fue a las 7.49 de la mañana. De todos ellos, el de mayor magnitud fue el ocurrido a las 00.42 horas, de 1,9 grados en la escala Richter. Otros tres temblores se habían producido en días anteriores también en Guía de Isora, uno el viernes (1,6 grados) y dos el jueves (2,1 y 0,9 grados).
Los vulcanólogos del comité de seguimiento, convocado por las autoridades canarias a partir del primer enjambre de temblores a finales de abril, advierten que los seísmos se van a seguir repitiendo en los próximos meses hasta que la crisis sísmica, originada por perturbaciones en el subsuelo de Tenerife de origen volcánico, finalice o concluya con una erupción.
Mientras, los expertos del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el IGN han extremado el control colocando nuevas estaciones para la medición de seísmos, emisión de gases y deformaciones de terreno, principalmente. Algunos de ellos creen que la red de detección sigue siendo insuficiente, mientras se esperan unos planes de emergencia que todavía no han sido realizados.
Fuente: La Opinión de Tenerife
La cadena de más de medio millar de movimientos de baja magnitud en la dorsal noroeste de Tenerife, iniciada el 22 de abril, se ha concentrado en las últimas semanas en un punto a unos 4 kilómetros al suroeste de Pico Viejo, en el sistema volcánico del Teide, zona en la que los expertos sitúan en estos momentos las mayores posibilidades de una hipotética erupción. Hay que recordar que los vulcanólogos del comité de seguimiento han indicado que en fenómenos como el que vive actualmente Tenerife se produce una erupción en un 10% de los casos.
Sólo ayer, al cierre de esta edición, el IGN había localizado seis seísmos en zonas próximas al punto mencionado, cinco dentro del municipio de Guía de Isora y uno en Vilaflor. Los de Guía se produjeron entre las 00.35 horas y las 00:43, y el de Vilaflor fue a las 7.49 de la mañana. De todos ellos, el de mayor magnitud fue el ocurrido a las 00.42 horas, de 1,9 grados en la escala Richter. Otros tres temblores se habían producido en días anteriores también en Guía de Isora, uno el viernes (1,6 grados) y dos el jueves (2,1 y 0,9 grados).
Los vulcanólogos del comité de seguimiento, convocado por las autoridades canarias a partir del primer enjambre de temblores a finales de abril, advierten que los seísmos se van a seguir repitiendo en los próximos meses hasta que la crisis sísmica, originada por perturbaciones en el subsuelo de Tenerife de origen volcánico, finalice o concluya con una erupción.
Mientras, los expertos del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el IGN han extremado el control colocando nuevas estaciones para la medición de seísmos, emisión de gases y deformaciones de terreno, principalmente. Algunos de ellos creen que la red de detección sigue siendo insuficiente, mientras se esperan unos planes de emergencia que todavía no han sido realizados.
Fuente: La Opinión de Tenerife
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