Libertades civiles y separación Iglesia-Estado.

El conflicto entre, por una parte, la Administración Española y la Jerarquía Eclesiástica, y, por otra, los profesores de enseñanza religiosa, reviste una importancia crucial por cuanto afecta a los propios pilares del estado moderno que surge tras el derrocamiento del absolutismo y que se caracteriza, entre otros principios básicos, por la separación entre Iglesia y Estado.

Este postulado, junto con el reconocimiento de los derechos humanos, las libertades civiles y la separación de poderes, son las bases de un Estado de Derecho. La falta de claridad de conceptos y principios en torno al mismo han creado esta situación, digna del antiguo régimen, donde la jerarquía eclesiástica se niega a reconocer:

a) La separación Iglesia - Estado.
b) La cualidad de trabajadores que tienen los profesores de religión.
c) La libertad sindical reconocida por convenios internacionales y la CE.
d) La libertad de cátedra.
e) La libertad de pensamiento, necesaria para obtener ciudadanos éticamente responsables.

Nada de esto tiene que ver con la libertad religiosa, esgrimida como instrumento determinante por parte de sectores de la Jerarquía y del Estado. Para ello la Iglesia tiene su propia pastoral, sus parroquias y miles de laicos dispuestos a impartir y compartir esa pastoral.

Fuente: Derechos Humanos
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