Los interminables tres kilómetros del carril para guaguas.
Santa Cruz de Tenerife se convertirá, probablemente, en la primera ciudad del mundo que contará con un tranvía sin que previamente se haya habilitado un solo kilómetro de carril para guaguas.
Ya comenzadas las obras del tranvía el Cabildo inició a un ritmo frenético -trabajando incluso por la noche- el acondicionamiento de algo menos de tres kilómetros a la entrada de Santa Cruz como carril de guaguas. En estos días va a cumplirse un año de aquella esperanzadora, aunque totalmente insuficiente noticia.
El ritmo frenético muy pronto se convirtió en cansino, hasta el punto de que después de un año, para una obra relativamente sencilla y cuyo presupuesto no alcanzaba los tres millones de euros, nos encontramos con que no sólo no se ha terminado sino que aparentemente todavía nos queda obra para rato.
Diez mil millones de pesetas costó la remodelación de la avenida Tres de Mayo. Nadie se planteó la necesidad de establecer accesos y salidas rápidas para la guaguas. Al contrario, la salida rápida se hizo sólo para los coches que son los que utilizan el túnel, las guaguas -a parte de las paradas- se chupan todos los semáforos y atascos de la mal diseñada salida superficial de la avenida. Esas imprevisiones son las que se han querido remendar con este carril de entrada que no deja de ser más que un parche. Pero es que ese parche parece que cada día se enreda más y más y no se ven avances en una sencilla obra que, por otra parte, resulta de lo más urgente a falta de una solución más global al problema de la movilidad de las guaguas. Solución que no llegará, evidentemente, al menos hasta que pongan en marcha su flamante tranvía para que así la gente no se dé cuenta de que facilitar la movilidad de las guaguas hubiese sido más eficaz, muchísimo más barato, más racional y sensato.
Cuando terminen esta pequeña obra, que nadie sabe cuándo será, dice el Cabildo que las guaguas que entran en Santa Cruz se ahorrarán 20 minutos. Si solucionasen la otra media hora que tardan en salir del casco de La Laguna es probable que gran parte de la gente que coge el coche para bajar a Santa Cruz se lo pensase mejor. O si abriesen las puertas de las guaguas, como piensan hacer con el tranvía, para que la gente no se muriese de asco en colas interminables para subir. Pero eso parece que ni es prioritario, ni le interesa a mucha gente que vive den vender coches, del hormigón, del asfalto y de las obras faraónicas y que son los que dan las órdenes de lo que se hace o se deja de hacer en esta tierra.
Si para ejecutar una obrita de estas que cuesta quinientos millones de pesetas, pero tan necesaria y urgente, se han pegado un año y todavía no se sabe cuándo terminará, para terminar el tranvía de los 40.000 millones, echando cuentas, habrá que calcular unos 80 años largos. ¡Qué dios nos coja confesados!
Fuente: Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos
E-mail: contacto@noincineraciontenerife.org
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