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Lazos Rotos

Hiroshima y Nagasaki: 60º aniversario de los dos mayores atentados terroristas de la Historia.

El mayor atentado terrorista de la historia

El 6 de agosto de 1945, EE.UU. lanzó sobre la población civil de la ciudad japonesa de Hiroshima, al sur del país, una bomba atómica que causó la muerte instantánea de 100.000 personas. Tres días más tarde, el 9 de agosto, lanzó otra bomba atómica sobre Nagasaki, que provocó 75.000 muertes en el acto. La cifra de víctimas mortales en los días y años posteriores es incontable.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Hiroshima era una ciudad de importancia militar considerable. En las afueras de la ciudad (a varios kilómetros del centro) se encontraban los cuarteles del Segundo Ejército, los cuales defendían el sur de Japón. Allí funcionaba un centro de comunicación, punto de almacenamiento militar y área de ensamblaje de tropas. En las afueras también habían algunas plantas industriales. Todo ello no fue tocado por la explosión, que sólo destruyó el centro de la ciudad (donde había una inmensa mayoría de civiles).

La población de Hiroshima había alcanzado un pico de más de 380.000 habitantes al comienzo de la guerra pero previamente al ataque atómico la población fue reducida a aproximadamente a 255.000 habitantes debido a evacuaciones. Este número se basa en la población registrada —que los japoneses usaban para medir la cantidad de raciones de comida necesarias—, pero no son muy exactas las cantidades estimativas de trabajadores y tropas adicionales que se encontraban en la ciudad.

La decisión.

En la primavera del 1945 los servicios de inteligencia estadounidense habían descifrado las claves usadas por los japoneses y las “interceptaciones mágicas” (así llamadas por los servicios de inteligencia) le llegaban puntualmente al presidente Truman. Por ellas pudo conocer los diversos intentos de Japón para conseguir una rendición negociada.

En junio de 1945 el emperador Hirohito cambia el gobierno y nombra al almirante Kantaro Suzuki como primer ministro y a Shigenori Togo como ministro de asusntos exteriores, ambos, partidarios de negociar el fin de la guerra.

El ministro Togo dio instrucciones a su embajador en Moscú para que la Unión Soviética (única gran potencia que en aquellos momentos se encontraba en paz con Japón como resultado del pacto de neutralidad que ambos firmaran en 1941) mediara frente a Estados Unidos una rendición pactada. Esta comunicación fue interceptada por los servicios de inteligencia estadounidenses.

El Presidente Truman exigió la rendición incondicional a Japón. El expresidente Herbert C. Hoover, entre otros, le aconsejaron, como único medio para conseguir la rendición de Japón, garantizar la figura de su emperador. Es objeto de discusión el que el secretario de estado James F. Byrnes fuese el único que le aconsejara mantener las exigencias de rendición incondicional.

El 4 de julio Churchill comunica a Truman la aprobación de Gran Bretaña para el uso de la bomba. El objetivo sería una ciudad que dispusiera de instalaciones útiles para la guerra. También, serían ciudades que no hubiesen sufrido los bombardeos a los que estaba siendo sometido Japón para mejor valorar los efectos de la bomba.

El 17 de julio de 1945 Truman, presente en la Conferencia de Postdam, recibe la noticia de los resultados de Trinity: “Baby satisfactorily born” (nacimiento satisfactorio del bebe): Estados Unidos ha probado con éxito la bomba atómica y el ejercito dispone de dos de ellas para su uso inmediato.

En el transcurso de la conferencia de Postdam, el Emperador Hirohito envía un mensaje personal a Stalin expresándole sus deseos de poner fin a la guerra lo antes posible y envía como emisario a un principe miembro de la casa real. Truman y Stalin mantuvieron conversaciones sobre los intentos de rendición de Japón. Truman anotaría en su diario: “Telegrama del emperador japonés pidiendo la paz. Parece que los japoneses se rendirán antes de la entrada de Rusia. Estoy seguro que lo harán cuando Manhattan aparezca sobre su patria". Stalin no respondió a la petición de Japón posponiéndola, en principio, a la conclusión de la conferencia.

El 2 de agosto, la Conferencia de Postdam concluye con una declaración en la que se exige a Japón la rendición incondicional. A propuestas del secretario de estado James F. Byrnes se retira la cláusula en la que se garantizaba la posición su emperador.

Truman, desde Postdam, no espera a la conclusión de la conferencia y da la orden de lanzar la primera bomba atómica. [Leer más...]

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2 comentarios

Anónimo -

es genial

scarlet -

esto es super weno pa cualque cosa menos la muerte