Datos y cifras clave de la campaña Armas bajo Control.
El valor de las exportaciones autorizadas de armas es de 21.000 millones de dólares al año.
Hay 639 millones de armas ligeras en el mundo, una por cada 10 personas, fabricadas por más de 1.000 empresas en al menos 98 países.
Cada año se fabrican 8 millones de armas y 16.000 millones de municiones, más de dos balas por cada hombre, mujer y niño del planeta.
Casi el 60% de las armas ligeras está en manos de civiles.
Se calcula que entre el 80 y el 90% de todas las armas ligeras ilegales provienen originalmente de transacciones aprobadas por los Estados.
El coste humano.
La proliferación descontrolada y el abuso de las armas se cobran un precio gigantesco en términos de vidas humanas.
Cada año más de 500.000 personas mueren por el disparo de un arma convencional: una persona por minuto.
En la Primera Guerra Mundial, el 14% de las víctimas eran civiles. En la Segunda Guerra Mundial, esta cifra ascendió al 67%. En algunos de los conflictos que se libran hoy en día, la cifra es aún mayor.
Actualmente 300.000 niños soldados participan en conflictos armados.
La tortura y los malos tratos a manos de funcionarios del Estado -en su gran mayoría, policías armados- fue una práctica constante en más de 70 países entre 1997 y 2000.
En los conflictos armados se viola a mujeres y niñas a punta de pistola: 15.700 en Ruanda y 25.000 en Croacia y Bosnia.
La proliferación y el abuso de las armas destruyen los medios de vida de las personas e impiden que los países salgan de la pobreza.
Un tercio de los países del mundo invierten más recursos en las fuerzas armadas que en los servicios de salud.
Cada año, los países de África, Asia, Oriente Medio y América Latina invierten un promedio de 22.000 millones de dólares en armas. La mitad de esta suma permitiría que todos los niños y niñas de estas regiones recibieran educación primaria.
Casi la mitad (el 42%) de los países que tienen el presupuesto de defensa más alto están entre los últimos en materia de desarrollo humano. Por ejemplo, Eritrea invierte más del 20% de su producto nacional bruto en el presupuesto militar.
En África, las pérdidas económicas causadas por las guerras suman unos 15.000 millones de dólares anuales.
El gasto total de defensa en Pakistán constituye un tercio de su producto nacional bruto, o la mitad, si se incluye el pago de deudas relacionadas con las armas.
El papel del Consejo de Seguridad de la ONU.
Son los gobiernos más desarrollados y poderosos del mundo [que también son los principales proveedores de armas] los que tienen la mayor responsabilidad a la hora de controlar el comercio de armas.
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Francia, Rusia, China, el Reino Unido y EE UU- son responsables, en su conjunto, del 88 por ciento de las exportaciones mundiales de armas convencionales, y estas exportaciones contribuyen regularmente a la comisión de abusos graves contra los derechos humanos.
Durante los cuatro últimos años, EEUU, el Reino Unido y Francia han recibido más dinero de sus exportaciones de armas a África, Asia, Oriente Medio y América Latina del que han invertido en ayuda a estas regiones.
Principales peticiones de la campaña.
Ámbito internacional: Que los gobiernos acuerden un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas que ponga fin a la exportación de armas a destinatarios que probablemente las usarán para cometer graves violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
Ámbito regional: Que los gobiernos desarrollen y refuercen acuerdos regionales sobre el control de las armas que respeten y defiendan los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Ámbito nacional: Que los gobiernos aumenten la capacidad del Estado y su propia rendición de cuentas en materia de control de las transferencias de armas y protección de los ciudadanos frente a la violencia armada, conforme a las normas del derecho internacional.
Ámbito comunitario: Que la sociedad civil y los organismos de gobierno locales tomen medidas eficaces para aumentar la seguridad a nivel de la comunidad reduciendo la oferta y demanda locales de armas.
Fuente: Acceder al texto de la campaña en su fuente original
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