Los teólogos progresistas alertan sobre el silencio que existe en "el terrorismo que se aplica contra los pobres".

Agencias/ inSurGente- Los teólogos progresistas han clausurado su Congreso sobre "Cristianismo y Violencia", con la conclusión, más que interesante, sobre el silencio absoluto que existe sobre el terrorismo que se ejerce contra los pobres. Es evidente que este análisis no es del agrado de los jerarcas del Vaticano, más influenciados por las ideas reaccionarias del Opus. Por si fuera poco, este grupos de teólogos, ha destacado la necesidad de transferir recursos del gasto militar a las necesidades sociales. Benedicto debe estar que trina.

Los participantes en el congreso sobre Cristianismo y Violencia, organizado por la asociación de Teólogos Juan XXIII, han puesto de manifiesto que 'llama la atención' que se condene la violencia del terrorismo y se silencie la violencia que sufren los pobres'. Esta es una de las conclusiones alcanzadas en el congreso, clausurado hoy en Madrid, en el que se ha destacado que el diálogo entre culturas y religiones es la alternativa a la violencia. Para esta asociación de teólogos, una de las más graves manifestaciones de la violencia "es la que genera desigualdad y violencia".

Tras recordar que en España hay más ocho millones de pobres, consideran que "llama la atención" que "se condene la violencia del terrorismo y se silencie la violencia que sufren los pobres". Asimismo, han destacado la necesidad de transferir recursos del gasto militar a las necesidades sociales y pasar de la "globalización de la violencia a la mundialización de la paz". Según estas conclusiones, al actual clima de violencia contribuye el incremento de los gastos militares, que en 2004 ascendió a un billón de dólares.

Durante el congreso se ha analizado también la violencia contra las mujeres en la sociedad y en las religiones que, sostienen, "no se llevan bien con las mujeres, y especialmente en la Iglesia católica, cuya jerarquía no suele condenar la violencia de género y en algunos casos la fomenta y la ejerce".

Además se han referido a la violencia "muy presente" en el deporte y la educación y se han mostrado partidarios del método de la "no-violencia activa y liberadora". Por ello, consideran necesario fomentar una convivencia pacífica y un desarrollo justo y sostenible, crear una cultura de la paz en todos los ámbitos de la realidad".

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