ETIT: mirando a las elecciones.
El presidente del Gobierno de Canarias presentó en julio un Plan cuyo objetivo básico es equiparar a todos los habitantes de Canarias mediante la mejora y el uso intensivo de los transportes y de las comunicaciones.
El Eje Transinsular de Infraestructuras de Transporte (ETIT) se nos presenta como un gran plan que según las primeras declaraciones quiere unir los extremos del archipiélago en poco menos de 10 horas. Pero cuántos habitantes de La Graciosa se desplazan a la isla de El Hierro, por poner un ejemplo. Hay que escudriñar el plan para descubrir que contiene 38 actuaciones en carreteras, 10 en puertos, 8 en aeropuertos, dos sistemas ferroviarios, intercambiadores -algunos ya construidos y otros muy vinculados a los trenes, y entre lo anecdótico: un plan de marquesinas para La Palma, La Gomera y El Hierro, bien! por estos habitantes.
En el discurso de investidura del actual presidente ya desvelaba que la obra pública iba a convertirse en el dinamizador de la economía canaria, en el propulsor de la creación de empleo, vaya, que iba a salvar a los muchos desempleados que existen en Canarias. Pero lo que no dijo, pero se oyó en el parlamento de Cataluña, es que la obra pública también sirve para financiar paralelamente otras cosas. El ETIT presentado a dos años vista de unas elecciones suena..., a abrir la puerta para invitados y a crear expectativas a los amigos.
No me voy a extender en demostrar la gran contradicción entre los diversos capítulos del Plan donde por un lado se apuesta por el desarrollo sostenible y conservación del medio ambiente, y en otra parte se justifica la construcción de puertos y autovías de gran impacto y con una gran contestación social (Tamadaba, Granadilla, cierre del anillo insular de Tenerife, Arinaga, ampliación de la TF-5 y TF-1, prolongación hasta Mogán de la GC-1, etc) o por ejemplo, la ingente cantidad que se destina a la construcción para una movilidad individual y no para el transporte colectivo; y no digamos el gran olvido: las infraestructuras de los alternativos; bici, peatones, y el metro ligero de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria que sigue durmiendo en un cajón.
Se apuesta por un modelo de concentración de servicios y movilidad entre los puntos, donde el coste recae sobre el ciudadano y no abre reflexiones a otros modelos, donde los servicios sean descentralizados y la cercanía a las personas sean las pautas. Se busca unir los extremos con grandes infraestructuras pero después aparecen las miserias de la realidad cotidiana, donde un vecino de El Hierro se tiene que desplazar a Tenerife, por ejemplo para renovar su permiso de conducir (B-2 y superiores). Acercándonos a Gran Canaria, los hospitales se saturan con urgencias que pueden ser atendidas en la ciudad de origen, sin hablar de los enfermos renales que siguen desplazándose a Tenerife.
La Tangencial de Telde: Una imagen vale más que mil palabras. La foto del Alcalde con los vecinos que luchaban contra la vía Tangencial removió los cimientos de una consejería de obras públicas (ahora se llama de infraestructuras) acostumbrada a tener el camino llano por donde se antojaba. Aquella foto circuló por todos los medios de comunicación y aún en el aire se encuentran muchas preguntas sin resolver. El ETIT dibuja la tangencial como infraestructura complementaria, en planificación, vaya que las prioridades se acabaron y que la plataforma ciudadana gracias a la presión ha ganado un tiempo de oro.
El Puerto de Taliarte: El tiempo dirá la última palabra con el tema del puerto de Taliarte. El consistorio, junto con el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, presentó a bombo y platillo la ampliación de los diques de Taliarte y Salinetas. El primero con un objetivo concreto unir Telde y Morro Jable, pues ahora resulta que esa línea marítima saldrá del puerto de Arinaga, y todos desconcertados: ¿es posible dos líneas?, ¿es posible que la Autoridad portuaria y Telde sigan en sus treces y por mor de sus competencias coloquen finalmente la línea marítima en Telde?. Dónde está la coordinación interadministrativa que consagran las leyes.
¿Quién está vendiendo humo?. Y entre tanto humo, el protocolo de Kioto se perdió antes de llegar al ETIT de Canarias.
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