Incendio del Obispado. Los Verdes muestran su solidaridad por la pérdida de un patrimonio irrecuperable.
Ecología / Los Verdes de Canarias.- No es el momento de buscar responsabilidades. Ante el grave incendio que ha ocasionado la pérdida de la sede del Obispado en La Laguna, Los Verdes de Canarias quieren expresar su solidaridad con todos los católicos, y su representante en la diócesis nivariense, el Obispo Bernardo Álvarez, quienes en primera persona más han de sufrir y sentir la pérdida de la sede del Obispado, pero también todos los canarios porque perdemos un patrimonio irrecuperable.
La Laguna, la única ciudad patrimonio de la Humanidad de Canarias no se merecía que un incendio fortuito, según las informaciones aportadas, acabara con uno de los edificios más emblemáticos y admirados de la ciudad, la casa Salazar, del siglo XVII. El desamparo y desconcierto con el que numerosos laguneros, testigos directos de la tragedia, vivieron el incendio de la sede del Obispado, no debe ser excusa para encontrar responsabilidades de que el incendio adquiera proporciones irreversibles, al superar el límite de lo controlable. No obstante, es de destacar la labor de los bomberos que antes las adversidades, pudieron evitar una tragedia aún mayor de llegar a afectar a otros edificios colindantes. Las labores de extensión no estuvieron exentas de dificultades, a la que hay que añadir como principal la combustibilidad de los materiales de la sede, pero también los problemas surgidos en las tomas de agua o el difícil acceso a la zona para algunos vehículos contraincendios. Asimismo, hay que felicitarse porque no hubieran víctimas personales
Es fácil en estas circunstancias señalar responsabilidades, que sin duda las hay, pero no es el momento. Quizás, y una vez situado ante al evidencia de los hechos, lo preocupante es que una ciudad declarada patrimonio de la humanidad no tenga mejores garantías de seguridad para todo su catálogo arquitectónico. Este incendio es una advertencia que debe apremiar a las autoridades responsables en mejorar la seguridad del patrimonio lagunero y la calidad de sus edificios, ante el riesgo que supone que aún existan muchos edificios sin mantenimiento, por hallarse desocupados. En este sentido, resultan loables las declaraciones públicas que señalan la rápida urgencia en rehabilitar el edificio sede del Obispado. Pero Los Verdes confiamos que estas declaraciones no sigan el ejemplo de otros inmuebles del casco lagunero, y mucho menos de la antigua Iglesia de San Agustín, que también fue víctima de las llamas, y que cuarenta años después sigue en el mismo estado. Por eso, si se habla de un gran pacto para su reconstrucción, aún más importante es un pacto por el patrimonio canario y por las garantías de conservación y rehabilitación del mismo.
Gabinete de Prensa de los Verdes de Canarias.
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