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Lazos Rotos

La izquierda devuelve el golpe al imperialismo.

Grupos alternativos / Voz Rebelde.- Por Cèsar Zelada. “Aquellos que esperan ver una revolución social 'pura'nunca viviràn para verla. Esas personas prestan un flaco servicio a la revoluciòn al no comprender què es una revoluciòn”. Lenin.

Después de más de una década de la caída de la URSS, de la aplicación de políticas neoliberales y el grito de victoria 'fin de las ideologías, fin de la historia', de Francis Fukuyama (intelectual de los capitalistas), ahora Latinoamérica vive unos de los momentos más convulsos e inspiradores de su historia. El gran despertar de las masas a la vida política, producto de la crisis capitalista mundial, está llevando a terremotos sociales y políticos en un país tras otro (incluso hablan de golpes de Estado de masas). La reciente firma de la Alternativa Bolivariana para Nuestra América (ALBA) y el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) entre Evo Morales, Hugo Chávez y Fidel Castro, en Shinaota, Bolivia, es una expresión del proceso revolucionario que vivimos en nuestro continente. Es por esta razón que Mr. Danger (Bush) a declarado que le preocupa las 'democracias' de Venezuela y Bolivia.

¿Que es una revolución? Pero entonces, ¿Qué es una revolución? Esta pregunta evidente raras veces se hace. Pero a menos que la preguntemos y respondamos, nunca estaremos en posición de determinar lo que está ocurriendo en Venezuela, Bolivia ni en ninguna otra parte. Una revolución, como explica Marx, es una situación donde las masas comienzan a tomar el destino en sus propias manos. En períodos normales los trabajadores no participan en la política. Las condiciones de vida bajo el capitalismo sitúan barreras inconmensurables en su camino: largas horas de trabajo, cansancio físico y mental, etc. Normalmente, estas personas se contentan con dejar a otros las decisiones que afectan a sus vidas: a los políticos profesionales, etc.

Sin embargo, en determinados momentos críticos, las masas irrumpen en la escena de la historia, toman su vida y su destino en sus manos, pasan de ser agentes pasivos a protagonistas del proceso histórico. Hay que ser particularmente ciego u obtuso para no ver que ésta es precisamente la situación que se está produciendo en varios países de nuestra región.

El despertar de las masas y su participación activa en la política, debido a las condiciones objetivas de miseria, desempleo y frustración (según el Banco Mundial, en once países de la región, incluidos Brasil y Argentina, el 20% más pobre recibe sólo 4% de los ingresos), es la característica más decisiva de la revolución venezolana, boliviana y que contagia a toda Latinoamérica.

Es cierto que las cifras de crecimiento económico están aumentando. Pero las masas no se benefician de este crecimiento. Estas son las bases sociales que a provocado un proceso de rebelión continental.

Bolivia, Venezuela, Cuba vs. USA. Ante la falta de autoridad de los 'marxistas' para dar una salida a la cuestión del poder, los trabajadores han llevado al gobierno a líderes nacionalistas como Hugo Chavez y Evo Morales en Bolivia. Estas victorias han expresado una ruptura histórica con el pasado. Los partidos tradicionales desaparecieron. Pero, la derecha reaccionaria no bajo los brazos. El golpe de Estado contra Chavez en abril del 2002, el paro patronal del 2002-2003 y el referéndum revocatorio (única medida democrática de este tipo en toda la región), que contaron con el apoyo de Bush, Blair, Aznar, Fox, Toledo, etc. son un ejemplo contundente.

De igual manera, en Bolivia, cuando la guerra del gas de mayo-junio del 2005, Hormando Vaca Diez (presidente del parlamento) en alianza con la Oligarquía y USA organizaban un golpe de Estado. Sin embargo, en ambos casos, históricamente, los pobres obreros y campesinos indígenas, a través del método de la movilización derrotó a la conspiración pro imperialista.

Además, los logros conseguidos por la revolución bolivariana son incuestionables. Venezuela fue declarada este año país libre de analfabetización (UNESCO), han sido creadas 20 universidades estatales, la tasa de desnutrición infantil se a reducido a un 4,4% (mientras que en Perú es de 25%, según CEPAL), más de 1,5 millones de hectáreas de tierras recuperadas están produciendo, etc.

Al comienzo no estaba claro el camino que podía tomar el MAS (por su carácter policlasista y las presiones de la sociedad), pero con la 'nacionalizacion' de los hidrocarburos, recuperando el derecho propietario a través del 51% de las acciones ( y que coloca en primer lugar del debate la necesidad de expulsar a las multinacionales y la nacionalización), es en primer lugar, un reflejo del ambiente revolucionario que existe en Bolivia, pero también del impacto de la revolución venezolana más allá de sus fronteras. Es así como la revolución bolivariana, además de haber roto el bloqueo sobre Cuba (dándole oxigeno), y de motivar a la administración evista a tomar medidas de 'izquierda', se convierte en el motor de la revolución latinoamericana.

En este sentido, la firma del ALBA-TCP entre Bolivia, Cuba y Venezuela, es la expresión del fracaso del TLC y de la construcción de una verdadero tratado político que pone por encima del lucro capitalista al ser humano, a nuestros pueblos, y que según Chávez 'el socialismo es el camino a la redención de los pueblos, a la verdadera liberación, a la igualdad y a la justicia' (discurso en Shinaota).

En realidad Chávez, se a convertido en un líder antiimperialista latinoamericano y hasta mundial. La intervención política de este en las elecciones peruanas, nicaragüenses, etc. (y que tuvieron un exitoso resultado en Bolivia), que han irritado a la derecha (hipócritas que no se molestan cuando USA masacra a Irak o Haití), dando espaldarazos a Humala y Ortega son un ejemplo al respecto.

Los acontecimientos en Ecuador, Perú, Bolivia, México o Nicaragua no están separados de Venezuela. Todo el proceso revolucionario está orgánicamente interrelacionado.

Por lo dicho, nos enfrentamos no a la revolución venezolana sino a la revolución latinoamericana, que incluso a despertado simpatías en Europa y el propio pueblo 'inmigrante' de Estados Unidos (con la venta de petróleo a precios baratos).

Por esta razón, el imperialismo estadounidense y sus agentes políticos en la región están decididos a aplastar la revolución venezolana y boliviana antes de que se extienda a otros países y fortalezca a su 'pesadilla' cubana.

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