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Lazos Rotos

Sobre el significado del topónimo Icod, Icoden.

Medios alternativos / El Guanche.- Antonio Cubillo*. El pasado 31 de mayo 2006, leí en el periódico tinerfeño, ¨El Día ¨, un artículo sobre Icod, y el significado de este topónimo tinerfeño, explicado o descubierto por el Señor Domingo Ruiz Guzmán, quien en una conferencia que dio en la Sociedad Centro Icodense, con motivo de su centenario, nos afirma alegremente sobre el origen griego de los nombres de Icod e Icoden. El título de su conferencia fue: "Icod y la comarca en la génesis del pueblo guanche".

Me ha extrañado mucho lo que avanza el señor Ruiz Guzmán en su análisis para concluir el origen griego de dicho topónimo y que los primeros habitantes que llegaron a Icod ¨eran de origen griego de la isla de Ikos o Ikaria¨. Después de esta afirmación cae en el defecto de los no conocedores del guanche y del berber, estableciendo que Ben es una palabra hebrea, significando hijo y que la terminación final ¨den¨ de Icoden, ¨se encuentra en muchos vocablos griegos, convirtiéndolos en adverbios¨, y que la mayoría de los nombres de las islas griegas terminan en ¨os¨, y después nos informa, que después del análisis hecho por él en sus estudios, ¨ello le indujo a inferir que ambas palabras eran de origen griego, con el significado respectivo de a o hacia y de procedente de, en este caso de Ikos, Ikaria ( la mayoría de las islas griegas terminan en -os ), dice. Me imagino los aplausos de los asistentes del Centro Icodense, que mira por donde, se les descubre que no son de origen africano-berber y que sus ancestros son de origen griego, es decir europeo. A mi me gustaría señalarle al Sr. Ruiz Guzmán, que grandes berberólogos y canariólogos, han dedicado mucho tiempo, al estudio de los topónimos guanches, como el Dr. austriaco Dominik Wölfel, el Dr. Juan Alvarez Delgado, ilustre canariólogo, el Dr. Marcy, especialista francés en lenguas bereberes o de la Tamazgha, y muchos más especialistas extranjeros como Werner Vycichl, pues el estudio de los topónimos es fundamental para el conocimiento de la lengua Guanche. De todas las cosas que se han dicho sobre los topónimos guanches esta es la primera vez que se le intenta aproximar al griego.

En Canarias últimamente, con esto del anti-africanismo dominante en la política actual, se buscan orígenes de los guanches cada vez más extraños y más alejados de nuestro continente, incluso los buscan entre los vikingos, vándalos, alto alemán (Franz Löher, Manchen, 1895) o recientemente entre los indios americanos. Por ello recomiendo la lectura de un trabajo del citado profesor Dominik J. Wölfel, publicado en el año 1958, en la Revista de Historia de Canaria, Nums. 121-122, La Laguna de Tenerife, titulado, "Los Aficionados, los Charlatanes y la investigación de la lengua aborigen de las Islas Canarias".

En esto de los topónimos, y tengo publicados algunos trabajos, en algunos organismos internacionales, como el C.I.R.S.S. (Centro Internacional de Investigaciones del Sahara y del Sahel, Centro de estudios adscrito a la Sorbona, Paris, y en algunos libros, por lo que me permito rebatir con conocimiento al Sr. D. Ruiz Guzmán.

En líneas generales, todos aquellos que intentan analizar cualquier topónimo canario, antes que nada, deben investigar necesariamente la documentadísima obra del doctor austriaco, Dominio Wolfel, ¨Monumenta Linguae Canariae ¨, publicada en alemán, en Graz, Austria, en 1965, tras el fallecimiento en Viena, en 1963, del gran investigador, quien dedicó toda su vida al estudio de nuestra ancestral lengua. Esta monumental obra en dos tomos, ha sido traducida al castellano en 1995, por el especialista y lingüista canario, Marcos Sarmiento Pérez y publicada por la Dirección General del Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, en Tenerife, en 1996, edición, Litografía Romero. Es una obra fundamental para los actuales y futuros canariólogos y sobre todo una obra de consulta que no debe faltar en ninguna biblioteca.

Entrando ya en el tema que nos ocupa, vamos a buscar el topónimo Ycod, Icod, Icoden en la obra del Dr. Wölfel. En la Parte III, del glosario del material de la lengua aborigen canaria, extraído de las anotaciones de las fuentes antiguas, citando autores antiguos, página 313, nos encontramos:

icod,- ESP J III/XII; PÑ M 6r, 19v, 118 r,118 v bis 119r, 124r,294v et pass; CAST J 80, 188 bis,275; VR 1/214; MIL X/248; CHIL II/65;-V $322.

icód ,- PÑ J 34,159 ; OL 543 ; -V $ 322.

icode ,- TOR 68r bis .....etc. y también, icoden, AS-CR XXI/XX/6-9; GLAS 147....etc. todos nos remiten a,- V $ 322. Esto quiere decir que vamos al II Tomo de la obra del Dr. Wölfel, que empieza con la parte -V de su trabajo, capítulo 12, página 907, nº 322 y allí aparecen todas los topónimos citados más otras variantes como, ycode, ycoden, benicod, eycode, benicoden, benicore, guanicode.

El Dr. Wölfel nos dice que por las anotaciones más antiguas, las Datas (DTEN), "sabemos que el nombre tenía una vocal en el sonido final y que terminaba en -e, o en -en, a diferencia de la forma actual, icod, que no lleva tal vocal. En las formas: i-cod-en, i-code-n, cabría suponer un plural; el singular podría haber sido igualmente -cod que -code; sin embargo, continua, las fuentes más fidedignas tienen siempre, i-code y de suponer que la -n se articulaba deforma tan débil o la e tan fuertemente nasalizada que el escribano español podía escribir la palabra ya con -n ya sin ella".

El Dr. D. J. Wölfel, especialista en lenguas bereberes, se interrogó enseguida de donde venía la partícula, -ben, que se encuentra a menudo en el guanche, ya sea en antropónimos como en topónimos y que no tiene nada que ver con el hebreo, como intenta demostrar el señor Ruiz Guzmán con su análisis de - ben. En las anotaciones más antiguas sobre el topónimo que estamos estudiando aparece benicoden, incluso en el tratado de paz de 1.464, dice el Dr. Wölfel.

Hay que tener en cuenta que en guanche, wa-n o we-n, significa el lugar de, uno de, wa-n y win o wen, es el plural también -win, pero como el castellano no tenía la letra -w, los cronistas de la conquista escribían -guan, -guen o bien -ben, o -bin, de ahí lo difícil de encontrar la raíz guanche si no se tiene en cuenta esto. También puede ser traducido por país o región como apunta Wölfel, de donde dice ¨lo lógico sería traducir benicoden, por- país de los Icoden¨, basandose para ello en la correspondencia del -ben, de Benahuare, (ben-ahuare ), del nombre de la isla de La Palma.

Aunque no está muy seguro, se manifiesta creyendo que Icoden es el nombre de una tribu, y, ¨es natural ver en el vocablo que nos ocupa un wi-n-ikoden, , es decir un nombre de tribu, afirmación que no creo corresponda pues entre los guanches de Tenerife no existía el concepto de tribu como sucede en las zonas Berberees del continente. Siguiendo con su duda metódica D. Wölfel dice, ¨igualmente posible es que we-n-ikoden sea también un singular con una vocal poco clara y menos consistente. Pero como el Dr. Wölfel es un científico serio y no quiere cometer errores, dice al final de su estudio: ¨disponemos de un paralelo que se ajustaría bien al topónimo: ekade ; ekkad < rocher à pic un peu surplonbant > Ah. Foucauld.

Esta vía de análisis del eminente canariólogo austríaco es de admirar y su ejemplo debe ser seguido por todos aquellos que seriamente busquen encontrar el significado de nuestros topónimos guanches. Además de la monumental obra del Dr. Wölfel, en la biblioteca de nuestros investigadores no debe faltar la obra también monumental del Rvd. Padre Charles de Foucauld. Para los investigadores que empleen este diccionario, recomienda que tengan a mano, el diccionario: ¨Lexique Français-Touareg¨, de Frère J. M. Cortade y Mouloud Mammeri, editado en Argel en 1.967, por el CRAPE (Centre de Recherches Antrhopologiques Préhistoriques et Ethnografiques). Al buscar una palabra en francés, ¨pierre¨, dicho diccionario nos remite inmediatamente al diccionario del Padre de Foucauld: ékadé, pl. ikadéouen, (II. 741) y después lo escribe en caracteres tifinagh.

Teniendo en cuenta esto y como el guanche hablado de Tenerife se parece mucho al Tuareg, dialecto del Ahhagar, mi análisis casi siempre me lleva a este dialecto. Esto nos daría para el topónimo en cuestión, el plural de piedras, lo que daría: wi-n-ikoden, < los de las piedras >, castellanizado en Benicoden. Ykoden o ikoden sería pues un plural, por la terminación - en, de plural.

Tenemos también en tuareg, ékkad, pl. ékkâden (II. 750), significando < roca que sobresale un poco>, lo que nos daría entonces, para la gente de Icod, ¨ los de la roca que sobresale un poco>. ¿Se referirían a lo mejor al Teyde con esta expresión o a algún otro roque que definiese el paisaje icodense?.

No podemos olvidar tampoco, cuando nos encontramos con la palabra -ben, en guanche, lo que significa en antiguo egipcio. El guanche tiene muchas palabras con una -P inicial o intervocálica, cosa que la aproxima al egipcio faraónico. ¨Dicha lengua comporta pues esencialmente un substrato africano, más bien líbico, que penetraron y modificaron fuertes influencias semíticas: es pues más bien, al parecer, una lengua africana semitizada que una lengua semítica deformada¨ (G. Lefebre). Respecto a -ben, en la página 39 de su gramática, Masperó dice: ¨Ben es un pronombre sufijo de persona que se coloca antes del auxiliar; es una negación pero al mismo tiempo indica un lugar: ¿dónde?. Ben resulta de la raíz locativa bû con el pronombre demostrativo - n- y se encuentra en relación con - bû- en la misma posición que -pen (este), con relación a pà, ten, . En realidad es una especie de adverbio de lugar demostrativo, que antes de convertirse en negación significaba, ¨en este lugar¨. Incluso puede ser la aglutinación del pronombre demostrativo y de la raíz locativa, es decir, de hecho la aglutinación de dos negaciones, bû y an que antes se decía: "a-ben-un".

Según esto tendríamos, Benikoden, , o bien, , o si aceptamos lo de ékkad. Plural, ékkâden, tendríamos: "país, región, donde los del roque que sobresale un poco".

De todas maneras, nuestro topónimo tinerfeño no tiene nada que ver con los griegos ni con la isla griega de Ikos o Ikaria y no existe en Icod ni en su alrededores, ni nunca han existido en el lenguaje de nuestros antepasados, restos de la lengua griega, ni tradiciones, ni esculturas, ni teatros y circos, ni templos griegos, para sostener el análisis del señor D. Ruiz Guzmán.

Tenerife, 11 de junio del 2.006

*Antonio Cublillo. Abogado.

  • cubilloantonio@hotmail.com
  • (Este artículo de investigación ha sido publicado en el periódico diario de Tenerife, ¨EL DIA¨, en el suplemento "Cultural de Canarias", en la página 4, página de Etimología, en fecha del 19 de julio del 2.006)

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