Amnistía Internacional. Informe 2005.
A lo largo del año 2004 se despreciaron los derechos humanos de la gente corriente, o se cometieron graves abusos contra ellos en todos los rincones del planeta. Los intereses económicos, la hipocresía política y la discriminación socialmente organizada siguieron alimentando las llamas del conflicto en todo el mundo. La guerra contra el terror pareció ser más efectiva en la erosión de los principios internacionales de derechos humanos que en la lucha contra el terrorismo internacional. Los millones de mujeres que sufrieron violencia de género en el hogar, en la comunidad o en zonas de guerra fueron en su gran mayoría ignoradas. Los derechos económicos, sociales y culturales de las comunidades marginadas quedaron casi completamente desatendidos.
Este Informe de Amnistía Internacional, que abarca 149 países, destaca el hecho de que ni gobiernos nacionales ni organizaciones internacionales han sido capaces de atajar las violaciones de derechos humanos, y pide una mayor rendición de cuentas internacional.
En el Informe se reconocen también las oportunidades de cambio positivo que surgieron en 2004, a la vanguardia de las cuales estuvo el conjunto de activistas de derechos humanos y los grupos de la sociedad civil. Creció la fuerza de los llamamientos para la reforma de la maquinaria de derechos humanos de la ONU, y hubo entusiastas campañas para hacer que las empresas sean más responsables, para fortalecer la justicia internacional, para que se controle el comercio de armas y para que se ponga fin a la violencia contra las mujeres.
En conflictos de gran resonancia y en crisis olvidadas, Amnistía Internacional hace campaña por la justicia y la libertad para todos, y trabaja para estimular el apoyo público a la construcción de un mundo mejor.
Fuente: Amnistía Internacional
0 comentarios