Ahora más que nunca... convirtamos nuestra voz en voto.
La Pardela.- Algunos sectores de la sociedad canaria parecen no querer escuchar la voz de los ciudadanos, que han tenido que salir una vez más a la calle para volver a decirle a este Gobierno, a los empresarios y a los medios de comunicación que este no es el modelo de desarrollo que queremos para nuestra tierra. Un modelo de desarrollo que está acabando con nuestro entorno natural y que sólo acarrea inestabilidad y descontento social. Y el puerto de Granadilla es la punta del iceberg
Y es que multitud de proyectos están destruyendo cada rincón de nuestro territorio y otros muchos amenazan con seguir haciéndolo en el futuro. Por eso ya no sólo nos convoca nuestro rechazo al puerto sureño sino otras tantas causas, cada cual más sangrante si cabe.
Grandes áreas de suelo agrícola, uno de nuestros bienes más preciados, asisten al final de sus días, sepultadas por el cemento y el asfalto con que se alimenta la vorágine desarrollista y destructora que promueve constantemente la mafia político-empresarial-mediática de los de siempre, al calor del poder.
Ante la sordera permanente de nuestros gobernantes no hay peor sordo que el que no quiere oír-, que no han mostrado sino su indiferencia y su empecinamiento en este y otros muchos asuntos, una gran mayoría de ciudadanos tiene depositadas sus esperanzas en que Europa tenga otro talante, sea más estricta en la protección del medio natural, cumpla la legalidad y desautorice este auténtico disparate. Eso esperamos todos. Y es que existen otras áreas que sí son realmente vitales como el empleo, la sanidad, la educación, etc, que son relegadas al olvido y la desidia.
Mientras tanto, en ese impás de espera por el desenlace de la resolución que tiene que tomar Europa, algunos medios de comunicación, portavoces bien pagados, chacales carroñeros de la manipulación, estómagos agradecidos, minimizan la cifra de manifestantes o, simplemente, silencian las manifestaciones, al tiempo que intentan desacreditar a todos los que nos oponemos.
Dicen que los pitos y las pancartas no tienen la legitimidad para paralizar los proyectos que ellos impulsan con el respaldo que le han proporcionado los votos. Sin embargo, tampoco hay derecho que cuatro empresarios a los que nadie ha votado ni tienen ningún tipo de legitimidad sean los que estén gobernando realmente con la connivencia de una panda de políticos entregados a hacer realidad sus caprichos y sus ansias de poder.
Ahora más que nunca a ver si la gente que hemos salido a la calle a mostrar nuestro rechazo convertimos nuestra voz en voto a cualquier partido, menos a los tres que representan los mismos intereses como han dejado bien claro (CC, PP y PSOE) ¡temblarían!
Las elecciones del 2007 están cada vez más cerca. ¿Podrá más su ambición desmedida, los fuertes intereses económicos y especulativos que tienen en el proyecto como para arriesgarse a perder la cantidad de votos que representa el número de manifestantes que ellos desprecian? Tiempo habrá para verlo.
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