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Lazos Rotos

Memoria histórica de los pueblos hermanos. (México - II parte)

Memoria histórica / David Rojas García.- Desde Chiapas a su paso para Argentina el amigo David nos narra en primera persona lo que sucedió el 1 de enero de 2005 cuando el ejercito zapatista bajó de la selva y la montaña para hablar al pueblo mexicano y al mundo. David viaja a través del continente hermano armado de su pluma y su cámara, inmortalizando en imágenes y palabras la explotación a que están sometidos los pueblos hermanos del continente sudamericano.

    ... la tarde de ayer estuvo cargada de muchos momentos emocionantes. Sobre todo la entrada de la comandancia en la plaza y la primera aparición de Marcos en el escenario. Los rumores hacian estallar los miedos de los presentes, Marcos podría ser objeto de un atentado en cualquier momento y la alerta no amainaba. Doscientos mini camiones de 3 toneladas cada cual procedentes de todos los pueblos indígenas de México irrumpieron en el lugar. Desde el desierto del norte hasta los albores de la selva fronteriza con Guatemala vinieron todo tipo de indìgenas e indios.

    Os aseguro que era un panorama totalmente fascinante, miles de colores, vestimentas pintorescas de los pueblos tradicionales, todo tipo de sombreros y ropajes, chamanes que rezaban al sol mientras se avecinaba la entrada del Ejercito Zapatista de Liberacion Nacional. Tengo que destacar el momento en el que uno de los indios del norte se subió para cantar un canto tribal. Para que os hagais una idea, este indio era màs parecido a los que salian en la pelicula bailando con lobos. Ojos rasgados y con una larga trenza negra que le caía sobre la espalda. Aún ahora mientras os lo cuento se me vuelve a poner la piel de gallina.

    Su canto parecía no articular palabra alguna pero el gemido del mismo al son del tambor te mantenía con la piel de gallina en todo momento.

    Desde que salieron de la oscuridad de la selva el 1 de enero del 94 para declararle la guerra al gobierno, muchas cosas han pasado, muchas muertes, muchos fracasos y conquistas han habido. Podrìamos tener un largo debate sobre el tema. Cuando escuchas las peticiones y los deseos de los indigenas hoy, puedes comprobar que muchas de estas no difieren sustancialmente de las del primeras de enero del 94. Muchas cosas pasaron, y muchas cosas se habrán conseguido, pero con todo, me da la impresion de que la situacion no ha mejorado mucho para el pueblo zapatista-indígena. Su educacion deja mucho que desear; el machismo es mas cultural que intencional; su lengua se sigue perdiendo; el racismo contra ellos ha incrementado con el neoliberalismo; la explotacion sigue reinando, se le sigue pagando una miseria por el cafè y el cacao, para que despues, paises como Suiza nos lo venda por 30 veces màs. El pueblo indigena sigue muriendo de enfermedades curables y el promedio de vida es bastante bajo.

    La situacion es dificil. El gobierno parece no dedicarle tiempo, hace oídos sordos y sus asuntos financieros y econòmicos les llenan las horas. Màs procupados por abrirles las puertas al capitalismo estadounidense que en soslayar y solucionar los problemas de su pueblo.

    En medio de esta situacion, el pueblo indigena, indignado, sigue uniéndose en su camino hacia la utopía. Es cierto que muchos de ellos no llegarán a ver nunca cumplidos esos sueños por los que tanto lucharon, y puede que sus hijos tampoco, pero sin embargo, desde que murió Zapata, aún siguen uniéndose los más pobres para luchar por una misma causa.

    A ellos no le importa la muerte, no les asusta caer en la lucha, ya piensan que están muertos. Los sin rostro hablan y las causas están siempre por delante de sus nombres y apellidos. Pero despues de doce años de lucha y levantamiento insurgente seguimos sin llegar a ninguna parte.

    Es cierto que la utopia es inalcanzable, aunque siendo un tanto màs optimista, no podemos negar que el hecho de intentar conseguirla nos puede acercar a nuevas metas durante su camino, podremos hacer grandes conquistas, podremos acercarnos en la medida de lo posible a la misma utopía, coger cierta tajada de ella. Aunque a veces olvidamos que partimos de un sueño casi imposible. Por lo tanto estoy convencido de que la UTOPÍA es positiva, pues no excluye la posibilidad de conquistar otros fines menores intrínsecos a su mismo camino.

    La esperanza vive, y como dijo Che Guevara, "prefiero morir de pie que vivir arrodillando". Así ayer tarde el pueblo indígena y el EZLN irrumpió en el zócalo de este pueblo, se encontró a sì mismo, se vieron los unos a los otros y se dijeron, "Aquí estamos y estamos todos". La unión hace la fuerza, dicen, pero pienso que más bien en este caso lo que nos da es esperanza. Podría imaginarme lo que pasaba por la cabeza de cualquiera de los indígenas presentes: "todos estamos juntos, ahora somos muchos, la lucha continua y la victoria puede ser posible. Mañana volveré al campo, volveré a trabajar de sol a sol, volveré a segar el maíz y a recoger el frijol para que me paguen una mierda por ello, pero todos juntos lograremos que pasado mañana mi hijo y mi hija no vivan lo que yo viví, aunque yo siga viviendo lo que su abuelo vivió: la miseria y la desesperacion. Pero hoy está el subcomandante Marcos con nosotros, ¡ahí está!, es algo más que carne y hueso, es nuestra esperanza, es nuestro último Che Guevara. Si algo le ocurriera a él, ¿qué sería de nuestra ilusion?, ¿de dónde sacaríamos las fuerzas?".

    Dudo de toda esta lucha porque no dudo del gobierno. Se que este volverá a hacer oídos sordos y la liberalización del mercado en México como en muchos rincones del planeta seguirá explotando a los más pobres. Pero ayer tarde fue un alto en la penuria, una esperanza para todos, una ilusión que volvía a cobrar color en el alma de todos los indígenas presentes, una ilusión y una esperanza que les permitirá mantenerse en pie y caminar durante un año mas.

    David Rojas García. Desde el Estado de Chiapas.


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