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Lazos Rotos

Los trillizos se apoderan de la pancarta en defensa de la Radio Televisión Española en Canarias.

Foros ciudadanos / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.- Todos los responsables de la lamentable situación por la que están pasando los trabajadores de la Radio Televisión Española en Canarias se aferraron a la pancarta que presidía la manifestación en defensa de la pervivencia de este medio, que pretenden hacer desaparecer del mapa de la comunicación en esta tierra los golfos de siempre. Hasta tal punto se aferraban a la pancarta que a los organizadores les fue imposible retirársela una vez la marcha llegó al escenario habilitado en la Plaza de La Candelaria, pese a que la intención era colocarla como fondo de la múltiples actuaciones musicales que se llevarían a cabo posteriormente.

No sabemos, la verdad, si la susodicha pancarta se la habrá llevado para su casa Cristina Tavío, Martinón, el pirata de González Cejas, el bocazas de Ángel Llanos, el demócrata del Bermúdez, Paulino Rivero, Ignacio González -a la caza y captura del voto para su Cámara- o el Suárez Terror que, entre otros individuos de esta calaña, se pusieron a la cabeza de una protesta a la que, supuestamente, se había convocado a la ciudadanía de Tenerife. Mucha de esa ciudadanía, efectivamente, acudió, pero muy pocos fueron los que se situaron detrás de esa panda de impresentables que encabezaron. Según José Segura, Delegado del Gobierno, fueron mil personas, cosa que no es cierta porque -según nuestros cálculos- durante el recorrido hubo momentos en los que siguieron la marcha en torno a las tres mil personas. Por eso es normal que los organizadores hablen de 6.000, porque es lo que se hace habitualmente, o casi siempre, porque nosotros últimamente tenemos la costumbre de contar a la gente para que después no vengan a contarnos historias la policía, la avioneta o la madre que los parió.

Pero a muy pocos les resistió el estómago para presenciar cómo los representantes de los partidos que han utilizado la televisión pública para sus intereses cada vez que han tenido oportunidad, los que la han llevado al caos financiero más absoluto, se plantaban allí a protagonizar lo que se suponía era una protesta ciudadana en defensa de otro modelo de televisión y de radio pública más al servicio de los ciudadanos, de la cultura, de la educación y de la información plural. Justo lo contrario que todos estos indecentes quieren de los medios públicos. Y de los privados también.

Los de Coalición Canaria, que han montado la televisión autonómica, no para convivir con la Española sino para cargársela incluso con contra programación directa, estaban allí, presididos por Paulino Rivero y el Bermúdez, los dos muertos de la risa. Ellos, que han votado también por cargarse el centro de producción de la TVEC o RNE en La Palma, se descojonan porque tienen su televisión autonómica y lo demás les importa un carajo. Una Televisión Canaria, por cierto, donde un montón de trabajadores se están dejando la piel, sin derechos laborales de ningún tipo, trabajando para unas productoras que son los que se están llevando unos dividendos extraordinarios de nuestros impuestos.

Por esos trabajadores, como los que le plantaron cara al vertido del Castillo Negro, por sus derechos y por su estabilidad laborar sí que deberíamos estar dispuestos movilizarnos a tope porque jugándose sus empleos, muchas veces, han dado la cara en muchas luchas que los funcionarios y acomodados no han atendido. También se cargaron Antena 3, donde había gente que -pese a la pésima dirección- en un momento dado estaba dispuesta a dar la cara, y nadie movió un dedo para defender esos puestos de trabajo porque tampoco interesó. Lo que interesa son las televisiones que sean controlables, por eso los piratas del cemento se han vuelto locos comprando televisiones locales en Tenerife.

La Televisión Española en Canarias sí, a la llamada de sus trabajadores hemos acudido, como a tantas luchas. Pero cuando nos vuelvan a llamar, por favor, búsquense un grupito de trabajadores jubilados, por ejemplo, que se han dejado la piel en ese medio en la época de las vacas flacas, para que presidan la manifestación y, en ese caso, no estaríamos hablando de tres o, a todo reventar en determinados momentos, tres mil quinientas personas sino de muchísimas más. La sociedad de Tenerife ha demostrado que tiene una capacidad de movilización extraordinaria cuando tiene las ideas claras. Cuando los políticos se meten por medio a lo más que estamos dispuestos es a comernos uno de esos bocadillos de mortadela que suelen repartir con nuestros impuestos. Si no hay bocadillos de mortadela la gente no está porque estos sinvergüenzas, que se intentan aprovechar del sufrimiento de trabajadores para salir en la foto, la gente no está porque le tomen el pelo.

Y no es que uno vaya a decirle a nadie lo que tiene o no que hacer, ya todos somos granditos, pero si tienen el apoyo de todos esos piratas, que son los que gobiernan, ¿exactamente para qué necesitan el apoyo de la ciudadanía y jodernos la mañana de un sábado? Los magos no entendemos.

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