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Lazos Rotos

Éxito total de democracia española. Ni la mitad del electorado se interesó por el nuevo Estatut catalán.

Medios alternativos / inSurGente.- Carlos Tena. El referéndum sobre el nuevo Estatut de Catalunya, que contaba con la oposición de Esquerra Republicana (ERC) y el Partido Popular, aunque por razones bien diferentes, fue aprobado por menos de la mitad del electorado. La participación en la consulta no llegó al 50 por ciento. De esta forma, mas de dos millones ochocientos mil ciudadanos censados en aquel país ibérico, demostraron su total desinterés por el texto que había sido aprobado en el Parlament, posteriormente “edulcorado” en las Cortes Generales de Madrid, para no provocar a la Corona y al Ejército, algunos de cuyos mandos ya habian avisado de una posible asonada, en caso de que el citado Estatut pudiera conferir a Catalunya el título de nación, y consecuentemente otorgara alguna posibilidad ulterior para una más que deseable autodeterminación del territorio.

Al igual que en el referéndum sobre la adhesión de España al nuevo tratado de la Comunidad Europea, la participación ciudadana fue bajísima, lo que sin duda es un éxito absoluto del gobierno de Zapatero, que ha conseguido que catalanes y españoles en general, adopten una clara postura de indiferencia absoluta ante cuestiones tan importantes para el futuro político del país. Un nuevo triunfo de la democracia occidental, que impone, ante la indiferencia de más de la mitad de los consultados, un texto ambiguo y descafeinado cuyo contenido no ha convencido a casi tres millones de habitantes.

Es notorio el hecho de que aunque Montenegro (500.000 habitantes) se haya convertido en un nuevo miembro de la comunidad mundial, al separarse de Serbia, con el aplauso y apoyo de la Comunidad Europea, y que Andorra (66.000 ciudadanos censados) sea hoy una nación independiente con un lugar en la ONU, Catalunya, con más de seis millones de habitantes) deberá esperar mejores tiempos, ya que el actual gobierno español, siempre mirando de reojo a las Fuerzas Armadas, hace todo lo posible, utilizando cuantas las triquiñuelas, trampas y chantajes tenga a su alcance, para castrar cualquier asomo de secesión en su territorio. Así, ni vascos, ni catalanes o gallegos, podrán ejercer su inalienable derecho a decidir sobre su futuro, mientras la Constitución española consagre al ejército como “garante de la unidad de España”. ¿Es eso democracia?.

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