Las técnicas para conservar el Drago no tienen efectos nocivos.
El Cabildo ha financiado un estudio de especialistas en Agrobiología. Los diversos tratamientos que se le han aplicado en los últimos tiempos al Drago de Icod de los Vinos, tendentes a su conservación, carecen de efectos negativos. Esto es, al menos, lo que se desprende de un exhaustivo estudio realizado durante los últimos tres años por especialistas del Instituto Universitario de Bio-Orgánica Antonio González y del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología.
Concretamente, las personas encargadas de desarrollar dicho trabajo han sido el investigador Juan Carlos Hernández, bajo la dirección del profesor Jaime Bermejo. La iniciativa, cuya financiación ha corrido por cuenta del Cabildo de Tenerife, ha permitido analizar las diversas respuestas químicas y fisiológicas a la acción de los agentes externos.
Hace menos de dos décadas se llevó a cabo uno de los primeros estudios sobre el árbol, que se tradujo en varias acciones encaminadas a disminuir los ataques de insectos y el pudrimiento de la madera. Además, desde entonces se ha mantenido una vigilancia constante sobre la salud del ejemplar, básicamente a partir de la constitución de un comité técnico, una de cuyas acciones fue la encomienda del trabajo ahora realizado. En las conclusiones preliminares del mismo se refleja que no se detectan diferencias significativas entre los extractos tratados con insecticida y los que no lo fueron. La investigación se centró en el tallo, la raíz, las hojas y la savia, dadas las variaciones en la composición química de las partes de la planta. De todo ello se ha obtenido la posibilidad de identificar numerosos metabolitos secundarios, lo que permite conocer con amplitud la especie desde el punto de vista químico. Algunas de esas sustancias han sido aisladas por primera vez.
Además, se empieza a conocer la función de esos componentes aislados en la planta, algunos son bio-activos con un gran interés farmacológico, como demuestran los ensayos realizados hasta el momento. No obstante, aún es preciso continuar las investigaciones sobre las posibilidades que ofrece en ese campo la especie.
Fuente: Diario de Avisos
Concretamente, las personas encargadas de desarrollar dicho trabajo han sido el investigador Juan Carlos Hernández, bajo la dirección del profesor Jaime Bermejo. La iniciativa, cuya financiación ha corrido por cuenta del Cabildo de Tenerife, ha permitido analizar las diversas respuestas químicas y fisiológicas a la acción de los agentes externos.
Hace menos de dos décadas se llevó a cabo uno de los primeros estudios sobre el árbol, que se tradujo en varias acciones encaminadas a disminuir los ataques de insectos y el pudrimiento de la madera. Además, desde entonces se ha mantenido una vigilancia constante sobre la salud del ejemplar, básicamente a partir de la constitución de un comité técnico, una de cuyas acciones fue la encomienda del trabajo ahora realizado. En las conclusiones preliminares del mismo se refleja que no se detectan diferencias significativas entre los extractos tratados con insecticida y los que no lo fueron. La investigación se centró en el tallo, la raíz, las hojas y la savia, dadas las variaciones en la composición química de las partes de la planta. De todo ello se ha obtenido la posibilidad de identificar numerosos metabolitos secundarios, lo que permite conocer con amplitud la especie desde el punto de vista químico. Algunas de esas sustancias han sido aisladas por primera vez.
Además, se empieza a conocer la función de esos componentes aislados en la planta, algunos son bio-activos con un gran interés farmacológico, como demuestran los ensayos realizados hasta el momento. No obstante, aún es preciso continuar las investigaciones sobre las posibilidades que ofrece en ese campo la especie.
Fuente: Diario de Avisos
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