Democracia en Icod, la supervivencia de los ineptos. Editorial.
En privado, en las filas de la oposición, todos afirman estar esperando el fin, la muerte política del partido socialista en Icod. Una lamentable falta de capacidad de análisis político impregna las filas de la oposición, representada mayoritariamente por Coalición Canaria. En ella nadie encuentra los mecanismos necesarios para destronar, dar "la puntilla", a un partido agonizante victima de una "septicemia galopante".
Pero en realidad, salvo alguna que otra individualidad, ni siquiera saben muy bien como articular los mecanismos que permitan que la actual crisis que viven los socialistas se decante a su favor. Deslumbrados y perdidos, los políticos de Coalición Canaria permanecen nerviosos esperando acceder al poder local por "arte de magia". Pero no deben olvidar que aunque esperen ver un día cercano pasar el "cadaver político" de su enemigo por delante de las puertas de su sede. Por ahora, se trata de un "muerto político" que goza de buena salud.
Los nacionalistas tuvieron su oportunidad en las pasadas elecciones locales, la dejaron escapar, ahora no pueden permitirse un nuevo error ni defraudar a su base social, a todos aquellos que les votaron. Si vuelven a fallarle deben asumir su responsabilidad. El éxito o fracaso de los nacionalistas depende de la mayor o menor habilidad a la hora de articular opciones creibles de relevo (algo que objetivamente no han logrado aún), que serían las que determinasen el futuro político de Icod de los Vinos, así como su propia subsistencia.
En Icod, la falta de empleo, la degradación del medio ambiente, la falta de políticas sociales que ayuden a los sectores más necesitados, de políticas serias de ayuda a nuestros mayores (con pensiones míseras), a nuestros jovenes (el segmento social dentro de nuestro municipio que más sufre el paro), los pequeños comerciantes (sector en crisis)... son algunas de las preocupaciones de los icodenses. Mientras tanto los socialistas y en particular su alcalde -Juan José Dorta Álvarez- continuan con su táctica de fuegos artificiales (entrevistas en Televisión, viajes, comidas de empresa, sonrisas forzadas...), intentando distraer la atención de la población y difuminar su grave crisis interna. Es decir siguen con su sempiterna política del "aquí no pasa nada".
Aunque el PSOE local, es consciente de la realidad que se vive a pie de calle, gracias a la existencia por todos conocida de los "topos" (versión local) que le rinden cuentas sobre quienes "se mueven" en el municipio, rememorando la lapidaria frase de "quien se mueva no sale en la foto", siguen intentando aparentar sin conseguirlo, dar apariencia de "absoluta normalidad".
Los políticos que ignoran, ocultan o tratan de amañar la realidad, como sucede en Icod de los Vinos por parte de todas las fuerzas políticas, se deben a un nuevo tipo de moral. La moral gestada por los años de desidia social, de pasividad y oportunismo, con su carga de ruptura de la solidaridad social y el posterior perfeccionamiento del "genocidio cultural" que ha "asesinado" vilmente la capacidad crítica del ciudadano. Lo que ha servido a los políticos locales para encontrar la fórmula casi perfecta que permite la supervivencia y el progreso de los menos aptos, los ineptos.
Los políticos se consideran únicos, irrepetibles, insustituibles, los mejores ciudadanos. En Icod de los Vinos ninguno jamás ha mostrado la mínima capacidad autocrítica y mucho menos lo ha hecho, ni lo hará la actual administración socialista conducida por sus dirigentes con una actitud cuasi-autoritaria, paternalista, narcisista.
La palabra pueblo, en su significado social y democrático, se ha convertido en casi proscrita. Los ciudadanos votamos, durante escasos minutos cada cuatro años, el discurso del demagogo de turno y estos incumplen todas sus promesas. La población empieza a relacionar elecciones con manipulación, hecho este peligroso para cualquier sociedad democrática que se precie. Necesitamos políticos comprometidos, honrados, así como mecanismos que permitan a los electores fiscalizar la acción política de estos.
El epitafio para cualquier político icodense, sin distinción, ha comenzado a escribirse: "Víctima de su propia ambición de poder"
Artículo de opinión de la redacción de Lazos Rotos.
Pero en realidad, salvo alguna que otra individualidad, ni siquiera saben muy bien como articular los mecanismos que permitan que la actual crisis que viven los socialistas se decante a su favor. Deslumbrados y perdidos, los políticos de Coalición Canaria permanecen nerviosos esperando acceder al poder local por "arte de magia". Pero no deben olvidar que aunque esperen ver un día cercano pasar el "cadaver político" de su enemigo por delante de las puertas de su sede. Por ahora, se trata de un "muerto político" que goza de buena salud.
Los nacionalistas tuvieron su oportunidad en las pasadas elecciones locales, la dejaron escapar, ahora no pueden permitirse un nuevo error ni defraudar a su base social, a todos aquellos que les votaron. Si vuelven a fallarle deben asumir su responsabilidad. El éxito o fracaso de los nacionalistas depende de la mayor o menor habilidad a la hora de articular opciones creibles de relevo (algo que objetivamente no han logrado aún), que serían las que determinasen el futuro político de Icod de los Vinos, así como su propia subsistencia.
En Icod, la falta de empleo, la degradación del medio ambiente, la falta de políticas sociales que ayuden a los sectores más necesitados, de políticas serias de ayuda a nuestros mayores (con pensiones míseras), a nuestros jovenes (el segmento social dentro de nuestro municipio que más sufre el paro), los pequeños comerciantes (sector en crisis)... son algunas de las preocupaciones de los icodenses. Mientras tanto los socialistas y en particular su alcalde -Juan José Dorta Álvarez- continuan con su táctica de fuegos artificiales (entrevistas en Televisión, viajes, comidas de empresa, sonrisas forzadas...), intentando distraer la atención de la población y difuminar su grave crisis interna. Es decir siguen con su sempiterna política del "aquí no pasa nada".
Aunque el PSOE local, es consciente de la realidad que se vive a pie de calle, gracias a la existencia por todos conocida de los "topos" (versión local) que le rinden cuentas sobre quienes "se mueven" en el municipio, rememorando la lapidaria frase de "quien se mueva no sale en la foto", siguen intentando aparentar sin conseguirlo, dar apariencia de "absoluta normalidad".
Los políticos que ignoran, ocultan o tratan de amañar la realidad, como sucede en Icod de los Vinos por parte de todas las fuerzas políticas, se deben a un nuevo tipo de moral. La moral gestada por los años de desidia social, de pasividad y oportunismo, con su carga de ruptura de la solidaridad social y el posterior perfeccionamiento del "genocidio cultural" que ha "asesinado" vilmente la capacidad crítica del ciudadano. Lo que ha servido a los políticos locales para encontrar la fórmula casi perfecta que permite la supervivencia y el progreso de los menos aptos, los ineptos.
Los políticos se consideran únicos, irrepetibles, insustituibles, los mejores ciudadanos. En Icod de los Vinos ninguno jamás ha mostrado la mínima capacidad autocrítica y mucho menos lo ha hecho, ni lo hará la actual administración socialista conducida por sus dirigentes con una actitud cuasi-autoritaria, paternalista, narcisista.
La palabra pueblo, en su significado social y democrático, se ha convertido en casi proscrita. Los ciudadanos votamos, durante escasos minutos cada cuatro años, el discurso del demagogo de turno y estos incumplen todas sus promesas. La población empieza a relacionar elecciones con manipulación, hecho este peligroso para cualquier sociedad democrática que se precie. Necesitamos políticos comprometidos, honrados, así como mecanismos que permitan a los electores fiscalizar la acción política de estos.
El epitafio para cualquier político icodense, sin distinción, ha comenzado a escribirse: "Víctima de su propia ambición de poder"
Artículo de opinión de la redacción de Lazos Rotos.
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