Si nos quedamos en silencio, nos transformamos en cómplices de su desidia. Defendamos Riquel.
El colectivo Lazos Rotos se solidariza con los vecinos de la Playa de San Marcos, con sus movilizaciones que son las nuestras, en contra de los responsables de la grave situación en que se encuentra la zona de Riquel. Hay que exigir la aplicación de las leyes, denunciar a los políticos responsables y cómplices que han permitido la degradación medioambiental de Riquel. Debemos continuar con las manifestaciones sin permitir que logren desviarnos, ni amedrentarnos en nuestras movilizaciones en contra de la negligente dejadez de las autoridades locales e insulares, hoy más que nunca, todos debemos unir nuestras voces al unísono.
Si nos quedamos en silencio, nos transformamos en cómplices de su desidia, tenemos que exigir responsablemente, por que el que calla es cómplice y ser cómplice nos convierte en uno de ellos. Aunque nos intenten callar, debemos insistir en nuestras exigencias en defensa del futuro de las generaciones venideras. Si nos quieren callar. Que nos callen a todos, si se atreven.
El político de nuestros días, a diferencia de lo que debe ser un buen político, se caracteriza por no arriesgar nunca y apoyar siempre las causas previamente ganadas y que reportan pingües beneficios, es decir defendiendo siempre los intereses de los poderosos y de aquellos que controlan el poder político, económico y/o mediático. En el fondo, el político de hoy -salvo raras excepciones- es un indocumentado, un advenedizo, un cínico, un irresponsable -o todo a la vez- incapaz de defender los intereses de la mayoría de la ciudadanía.
Lejos de acobardarnos o abatirnos, no debemos escatimar esfuerzos en defender Riquel. Todos a la Manifestación del 21 de agosto. Manifiéstate y participa.
Fuente: Artículo de opinión del colectivo Lazos Rotos
Si nos quedamos en silencio, nos transformamos en cómplices de su desidia, tenemos que exigir responsablemente, por que el que calla es cómplice y ser cómplice nos convierte en uno de ellos. Aunque nos intenten callar, debemos insistir en nuestras exigencias en defensa del futuro de las generaciones venideras. Si nos quieren callar. Que nos callen a todos, si se atreven.
El político de nuestros días, a diferencia de lo que debe ser un buen político, se caracteriza por no arriesgar nunca y apoyar siempre las causas previamente ganadas y que reportan pingües beneficios, es decir defendiendo siempre los intereses de los poderosos y de aquellos que controlan el poder político, económico y/o mediático. En el fondo, el político de hoy -salvo raras excepciones- es un indocumentado, un advenedizo, un cínico, un irresponsable -o todo a la vez- incapaz de defender los intereses de la mayoría de la ciudadanía.
Lejos de acobardarnos o abatirnos, no debemos escatimar esfuerzos en defender Riquel. Todos a la Manifestación del 21 de agosto. Manifiéstate y participa.
Fuente: Artículo de opinión del colectivo Lazos Rotos
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